Las pasadas elecciones en el Estado de México posicionaron fuerte al entonces candidato Juan Zepeda, que logró sepultar los pronósticos de una "muerte segura" para el Sol Azteca. Con su base en Neza, no sólo superó al PAN de Josefina Vázquez Mota sino que demostró que efectivamente Morena los necesitaba para llegar a la gubernatura.

Desde ese momento, Zepeda sonó muy fuerte para competir por la sucesión de Alejandra Barrales, pero la siempre difícil búsqueda de equilibrios internos lo obligó a bajar el perfil por unos meses. "No está en mi escenario ir por la dirigencia del partido. Valoro las opiniones de quienes se han expresado en ese sentido pero valoro más de las que se han expresado en sentido contrario", aseguró en una entrevista con Ciro Gómez Leyva.

El mexiquense, sin embargo, anunció que empezaría a recorrer el país, para romper así el cascarón local y conocer liderazgos perredistas de todo México. Surgió así la prueba piloto de medirlo como un posible candidato presidencial. Eso generó algunos roces con los aliados de Mancera en el PRD. Por ejemplo, Raúl Flores pidió no "endiosar" a Zepeda. 

"Quiero decirle a Raúl que lo quiero mucho, que no se ponga nervioso, que nadie se ponga nervioso al interior de mi partido. Que no viene en ese sentido mi participación", seguía jugando políticamente a las escondidas un travieso Zepeda.

Soy la propuesta de un grupo importante de perredistas. Y si puedo ayudar a fortalecer al partido, ahí me van a ver para que el PRD reverdezca.

Una tercera posibilidad que también se barajó -y aun no se descarta- es el arribo de Zepeda a un escaño en el Senado. Pero Héctor Bautista parece dispuesto a jugar su mejor carta en la construcción de una hegemonía al interior de su partido.

El líder de la tribu ADN aprovechó dos hechos terminaron por afianzar la decisión de sustituir a Alejandra Barrales. El primero se refiere a la bienvenida del ex delegado Julio César Moreno a las filas de su corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN).

De acuerdo con la información a la que tuvo acceso LPO, el cacique de Venustiano Carranza renunció a Los Chuchos por una promesa incumplida de Jesús Ortega, quien le ofreció y no le cumplió con la entrega de ciertas secretarías en el CEN del PRD. 

La molestia del cacique se potenció con la certeza de que hasta el momento sólo tres delegaciones garantizarían una victoria segura frente al partido de López Obrador en 2018: Coyoacán con Mauricio Toledo, Álvaro Obregón con Leonel Luna y la suya. Así lo demostró un sondeo que circuló en los pasillos de Benjamin Franklin.

Con esto en mente, Moreno no pudo menos que explotar contra los maltratos de los líderes Nueva Izquierda y consumó la amenaza de llevar su capital político con ADN de Héctor Bautista.

Cuartoscuro

Otro hecho que precipitó el destape de Zepeda fue el gran número de consejeros y delegados IDN que dejó René Bejarano tras su renuncia al Sol Azteca, quienes por supuesto fueron bien recibidos al abrigo de ADN, debilitando aún más la influencia de Los Chuchos e inclinando la balanza. Se sabe que las bases de IDN tienen un especial encono con Nueva Izquierda.

Bajo estas circunstancias, el grupo de los Héctores -Serrano y Bautista- le dio luz verde a Zepeda para tomar posesión de la dirigencia del partido. "Ya pasó el tiempo de Los Chuchos, llegó la era de Los Héctores", se jactan los nuevos líderes del partido. 

"Sí, soy la propuesta de un grupo importante de perredistas -declaró Zepeda-. Y si puedo ayudar a fortalecer al partido, ahí me van a ver. Hoy el PRD no pasa por el mejor momento, pero uno tiene que abonar a donde uno pueda fortalecer al partido. Si la militancia y el Consejo en su momento -se calcula que será a mediados de diciembre- me considera como una alternativa, ahí estaremos con el mejor ánimo para que el partido reverdezca laureles".