Gabriela Cuevas logró ser electa presidenta de la Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP), un objetivo que se había trazado meses atrás. La senadora, sin embargo, quedó atrapada en las grillas del PAN, y podría complicarse su ruta hacia San Lázaro. En el CEN quedaron furiosos con su destape inconsulto.

¿Qué fue lo que ocurrió? Cuevas salió a festejar su designación en la UIP en varios medios, y en una entrevista radial le preguntaron cómo seguiría en ese rol hasta 2020 -lo que dura su período- si en 2018 dejará de ser parlamentaria, pues se le termina su mandato como senadora.

"¿Serás diputada para poder seguir al frente de la UIP?", le consultó con picardía Joaquín López-Dóriga. Cuevas respondió sin sutilezas: "Ahora sí que por hacer una buena pregunta me obligas a hacer mi destape. Buscaré una diputación. Regresaré a mi distrito. Sí voy a buscar un lugar en la Cámara de Diputados".

Al escuchar semejante operación mediática, en el CEN del PAN se jalaban los cabellos. "¿Para quién está jugando Gabriela?", fue la pregunta que se repetía entre los panistas. Ocurre que fueron los máximos operadores de Ricardo Anaya los que la ayudaron a llegar a su nuevo cargo internacional. Y ninguno había sido consultado sobre este movimiento.

La respuesta a esa pregunta llegaría al día siguiente, cuando en la sede de Avenida Coyoacán observaron que todos los trascendidos de los principales diarios le otorgaban a Ernesto Cordero las mieles de haber apoyado y colocado a Cuevas en la Interparlmanetaria.

"Todo se lo debe a Cordero", decía un periódico. "Obtuvo todo el apoyo del presidente de la Mesa Directiva", decía otro. "Tendrá que dar una salto a San Lázaro", anticipaba otro. Señales confusas que parecían indicar un acercamiento de otra senadora al grupo rebelde que apoya a Margarita Zavala.

Estas broncas tienen su correlato en la Miguel Hidalgo, territorio de Cuevas Barrón. Como reveló LPO, allí Santiago Creel consiguió un acuerdo político con Jorge Romero. Todo indica que Margarita Martínez Fisher tendrá los máximos apoyos para encabezar la pelea por la Delegación.

Así, la candidatura a la diputación federal quedaría para el grupo de Creel. Suena fuerte Guillermo "Memo" Huerta, un hombre de extrema confianza del ex titular de la Segob. La idea era darle la diputación local a Federico Döring, el elemento más débil en el terruño.

El destape sin consulta de Cuevas viene a romper la búsqueda de esos equilibrios. Y al desestabilizar ese proceso, podría desencadenarse una interna, con Döring jugando en favor de Mariana Gómez del Campo para la jefatura delegacional. Es decir, parte del panismo operando para los Calderón. ¿Eso explica el gesto de acercamiento de Cuevas con Cordero?