El fin de semana AgustÃn Carstens se acercó hasta Los Pinos para exponer algunas de sus ideas sobre la reforma fiscal que impulsa el gobierno de Donald Trump. El Presidente quiere entender hasta que punto debe preocuparse por este nuevo giro en la polÃtica económica de Estados Unidos. Especialmente porque, a diferencia de otros intentos de Trump, este parece tener buena recepción en el Congreso.
Carstens, igual que José Antonio Meade, cree que los impuestos que recaudan los estados en Estados Unidos seguirán generando que México sea un paÃs atractivo a nivel impositivo, porque aún con la reforma para una empresa serÃa lo mismo tributar en México que en el vecino del norte.
El aspecto que genera inquietud es que el partido Republicano controla muchas legislaturas estatales y que si esta reforma se aprueba en Washington luego podrÃa proponerse en los Estados y ese ya serÃa un escenario de riesgo para la economÃa mexicana. Los republicanos de los estados está mucho más alineados con la Casa Blanca que los del Capitolio, en parte porque provienen de la base de votantes duros de Trump.
De avanzar esta situación, habrÃa manifestado Carstens, será preciso hacer esfuerzos considerables en transparencia, lucha anticorrupción y mejoras de seguridad jurÃdica, los aspectos de lo que se suelen quejar lo empresarios extranjeros con intereses en el paÃs.
El costado positivo de la reforma tributaria, agrega el jefe del Banxico, es que frenará la presión de Trump sobre el TLCAN y la conversación podrÃa encarrilarse de mejor modo para las ronda que llegarán sobre el finde año.
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