Después de haber dormido las decisiones por varias semanas, Andrés Manuel López Obrador reactivó el operativo de definición de candidatos para las elecciones del próximo año. Su agenda se abrió para los más cercanos, aquellos que gozan de un trato cara a cara. Para el resto, la definición se comunica desde su círculo íntimo.

LPO reveló semanas atrás las citas que encabeza Andy López Beltrán en sus oficinas de la calle San Luis, en donde recibe a los que encabezarán las postulaciones de Morena. Allí ya fueron citados para recibir un guiño del retoño de AMLO los precandidatos Fadlala Akabani (Benito Juárez), Clara Brugada (Iztapalapa), Martha Patricia Ruiz Anchondo (V. Carranza), el profe Ramón Jiménez (GAM) y Alfonso Suárez del Real (Cuauhtémoc).

El caso de Suárez del Real es especial. Se trata del favorito por una razón evidente: más allá de su destacado trabajo en la Asamblea, del otro lado se encuentra Néstor Núñez. El asesor de Ricardo Monreal es además el hijo de Arturo, gobernador de Tabasco. La relación entre los Núñez y AMLO es pésima. "Traidor" es lo menos que le dijo el líder de Morena a su ex aliado.

Pero un tema se interpuso entre Suárez del Real y la candidatura de la Cuauhtémoc: la creciente presión de René Bejarano para que Dolores Padierna sea la primera alcalde de Morena en esa delegación, epicentro de su histórico poder en la Ciudad. En los próximos días se conocerá la decisión de AMLO.

Lo que sí se definió el viernes pasado, en una ruidosa avioneta, fue la candidatura por la Miguel Hidalgo. Así lo reveló a LPO uno de los suspirantes ofendidos por la decisión. Mario Delgado será quien encabece la pelea en un terruño siempre difícil para AMLO, por la penetración que tiene el PAN en esos distritos.

"Andrés Manuel quiere poner a sus figuras más reconocidas en los distritos más esquivos para Morena y así hacer un buen papel en las zonas más complejas. Por eso metió a Delgado, que ni siquiera se anotó en la terna", acusó un moreno molesto con la decisión.