El banco Santander afronta un escándalo en Brasil donde uno de sus principales directivos es acusado por la justicia por supuestas prácticas corruptas que tendrían por finalidad estafar al fisco. El caso revelado por Folha de San Pablo apunta contra Reginaldo Ribeiro. Brasil representa el negocio más grande del grupo en América Latina.

Según la denuncia en 2013 la entidad española contrató un despacho de consultoría pero cuya verdadera finalidad era cabildear decisiones administrativas favorables al banco en la justicia del país sudamericano.

La inestabilidad política y económica de Brasil castiga al Santander ya desde hace meses dado que las acciones de la entidad sufren por la gran exposición de la empresa en la primer economía de la región. De Brasil depende el 25% de las utilidades del grupo de la familia Botín.

En tanto en Argentina recientemente el Santander adquirió toda la operación del Citi, continuando la expansión en ese mercado que inició a comienzos del siglo XXI cuando compró el Banco Río de la familia argentina Pérez Companc.

El Santander afronta diversos frentes por supuesta corrupción. Hace tres meses el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata imputó a siete directivos del banco por un delito de blanqueo de capitales desvelado por la información de la lista Falciani, el empleado del banco suizo HSBC que filtró multitud de datos de los clientes de dicha entidad.

En paralelo la Fiscalía Anticorrupción de Madrid tiene un expediente referido a si existió corrupción estatal en la absorción del Banco Popular que concretó el Santander y que le implicó un daño patrimonial a centenares de pequeños ahorristas.

Estos escándalos son un problema al interior de la entidad donde los Botín ahora deben rendir cuentas a Black Rock, el mayor tenedor de papeles financieros del mundo. La entidad es el mayor inversor de la banca española. Participa en 5 de las 7 entidades bancarias que cotizan en el Ibex35, además de su participación en otras 14 sociedades más del índice madrileño. Y tiene mucha fuerza en el consejo del Santander. Ya es el primer accionista institucional  igual que en el Grupo BBVA.