Durante su gira de doce días por Asia el presidente de Estados Unidos Donald Trump se mantuvo razonablemente diplomático, excepto por un par de excepciones, como cuando atacó a sus propios servicios de inteligencia y dijo que confiaba más en Vladimir Putin que en sus análisis, o cuando llamó al líder norcoreano Kim Jung Un "chaparro y gordo". Hoy por la mañana quedó claro que Trump estaba de regreso.

Primero lanzó un tuit en contra de CNN, lamentando que mientras estaba en Filipinas, donde se reunió con el mandatario acusado de crímenes contra la humanidad Rodrigo Duterte, "fui forzado a ver CNN, algo que no había hecho en meses, y de nuevo me di cuenta lo malo, y FALSO, que es. ¡Perdedor!".

"¡Gracias por sintonizar!" respondió el conductor Jake Tapper.

Trump también se quejó contra tres estudiantes de UCLA que estaban detenidos en China por robo menor fueron liberados presuntamente a solicitud del presidente. Al mandatario le molestó que no le dieron las gracias.

"¿Ustedes creen que tres jugadores de basketball de UCLA van a decir gracias presidente Trump? ¡Iban por 10 años de cárcel!".

Pero la ira presidencial fue desatada en Twitter horas más tarde, seguramente después de leer alguna nota que no le pareció en el New York Times, a quienes Trump calificó de "inocentes o tontos".

Donald Trump y el líder filipino Rodrigo Duterte

Flickr The White House

"El fallido New York Times odia que haya desarrollado una gran relación con líderes mundiales como Xi Jinping, presidente de China. Debería darse cuenta que estas relaciones son algo bueno, no algo malo. Los EU están siendo respetados otra vez. ¡Miren el comercio! Resulta difícil de creer lo inocente (o tonto) que es el fallido New York Times en lo que se refiere a política exterior... ¡Débil e ineficaz!".

Quizá Trump estaba respondiendo a una columna del especialista en política exterior Thomas Friedman publicada en el Times, en la que dice que el mandatario chino Xi ha estado "manipulando a Trump de manera brillante". Friedman asegura que mientras Trump "alborota por cada pequeña victoria", en China Xi tiene puesta la vista en el largo plazo.

"Trump literalmente no tiene idea de lo que está haciendo y no tiene una estrategia integrada porque, a diferencia de Xi, Trump no ha pensado en las grandes peguntas que todo líder efectivo debe hacerse al empezar el día: "¿En qué mundo estoy viviendo? ¿Cuáles son las grandes tendencias en este mundo? ¿Y cómo voy a alinear a mi país para más de mis ciudadanos obtengan lo mejor posible de estas tendencias?".

El tradicional e incómodo saludo entre líderes de la ASEAN

Flickr The White House

Mientras China incrementa su apuesta en tecnologías limpias y en ahondar sus lazos comerciales con sus vecinos y con el resto del mundo, la Norteamérica trumpiana reactiva el uso del carbón y se está asilando cada vez más del mundo, sostiene el especialista. Hoy, por cierto, el TPP sigue vivo, sólo sin Estados Unidos.

"Ahora saben por qué los chinos estaban tan contentos de lanzar una fiesta para Trump en Beijing", concluye Friedman.

Chuck Schumer, líder de los demócratas en el Senado, dijo en conferencia de prensa "nunca me había sentido tan avergonzado" por el comportamiento de un presidente norteamericano en gira de trabajo. "Es como el mundo al revés, atacamos a nuestros amigos, y a la gente que nos ha dado más problemas, China y Rusia, los apapachamos-eso es terrible para nuestro país", sentenció.

"Por si fuera poco, parece tener un amor por los dictadores", criticó Schumer. "En Filipinas donde un líder totalitario lleva a cabo una viciosa campaña de ejecuciones extrajudiciales, ¿Trump lo reprende? No. Sermonea e incomoda a nuestros aliados mientras que engrandece a nuestros adversarios como China y Rusia al tratarlos con guantes".

El senador republicano y líder del comité de las fuerzas armadas, John McCain, también condenó el comportamiento de Trump con Duterte, cuando, a través de un tuit, dijo "Los derechos humanos obviamente no son una prioridad en la reunión del presidente con Duterte". McCain remató con uno de los insultos predilectos de Trump: "De nuevo, qué triste".