El ex gerente general de Telefónica en México Francisco Gil Díaz se suma al consejo de administración del Grupo Prisa para avalar la inyección de capital que le permita al conglomerado español seguir operado.  Este proceso que es impulsado por Telefónica, el Banco Santander, La Caixa y HSBC tiende además por destino final la salida del periodista Juan Luis Cebrián como CEO del holding.

Gil Díaz fue el secretario de Hacienda de Vicente Fox. Cuando Enrique Peña Nieto iniciaba su campaña presidencial lo buscó para que dirigiera su equipo económico pero el economista ya estaba inclinado a la vida corporativa en Telefónica. Entró a dicha empresa en 2006 y fue relevado el año pasado.

Gil Díaz logró en una primera etapa posicionar la marca Movistar en México y destinar una fuerte inversión ante el surgimiento de tecnologías de segunda, tercera y ahora, cuarta generación de las redes de telefonía móvil. Nunca quiso invertir en medios o en redes de distribución de TV paga. En el mercado se dice que esto formaba parte de algún tipo de pacto no escrito con Televisa.  Tampoco se embarcó en mega adquisiciones como hiciera AT&T.

Menos cristalina es su historia y su rol en la trama Oceanografía. Fernández Gil siempre fue muy cercano a Armando Yáñez, el empresario cercano al calderonismo que fue preso por estafar al Citibanamex. El nexo es el  sobrino del ex funcionario foxista,  Martín Díaz Álvarez, propietario del 20 por ciento de la empresa junto a Javier Rodríguez Borgio. Per el escándalo nunca llegó a Gil Díaz.

Ahora el ex directivo del sector telecom mexicano se suma a Prisa junto a otros consejeros enviados por las empresas que fondearán la nuev etapa del holding. Allí está también Roberto Alcántara, otra figura cercana a Los Pinos.