Las últimas señales que llegan del Senado son de preocupación para Los Pinos. Ocurre que el bloque del PAN solo apoyaría de modo veloz para el Banxico una nominación de José Antonio Meade que tendría aval tanto del grupo cercano a Ricardo Anaya como de los calderonistas. Se trata de una designación que requiere de mayorías especiales.

Todo el resto de los potenciales candidatos al banco central, como Luis Videgaray, José Antonio González Anaya o Vanessa Rubio deberán afrontar una fuerte revisión de parte del panismo. Un escenario muy difícil si se considera que ante la incertidumbre que está generando el fin del TLCAN el Banxico no debería quedar demasiado tiempo con un gobernador interino.  

 Diferentes reportes financieros alegan que si el sucesor de Carstens es un interino se genera  incertidumbre de quién va a estar al frente de la entidad. Esto en un escenario en el cual la economía mexicana comienza a desacelerarse, según los analistas.

En paralelo el peso mexicano se mantendrá presionado buena parte del 2018, con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la reforma fiscal de Estados Unidos, las elecciones presidenciales, la fortaleza del dólar (en los mercados internacionales) y los eventos geopolíticos pueden hacer fluctuar al tipo de cambio.

El cálculo político es evidente en ambos grupos que hoy se disputan el protagonismo del PAN en la Cámara Alta. Facilitan el camino de Meade porque es quien no le quitaría votos ni a Ricardo Anaya ni a Margarita Zavala en la carrera por la presidencia. Si el nominado fuera alguien distinto, ya será otra la historia.

Si el nominado a Banxico fuera alguien diferente de Meade el panismo comenzará a repasar qué posiciones desea para habilitar la designación.