El vocero de la Armada, Enrique Balbi, encabezó este jueves pasadas las 10 una conferencia de prensa en la que informó que se registró un "evento anómalo consistente con una explosión" y fortaleció así una de las hipótesis más temida sobre la desaparición del submarino ARA San Juan.

"Recibimos un parte desde Austria que confirma lo que había reportado ayer el gobierno nortemericano. El parte informa que se registró un evento anómalo singular, corto, violento y no nuclear, consistente con una explosión", dijo Balbi.

En rigor, la información la suministró el embajador argentino en Austria, Rafael Grossi, que en su condición de experto nuclear se comunicó con las autoridades de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO), con sede en la capital austriaca. Este organismo es el que monitorea que no se hagan ensayos nucleares a través de una tecnología que combina estaciones sísmicas, de radionucleidos (isotopos que se generan después de las explosiones nucleares) y estaciones hidroacústicas.

La confirmación de la explosión en el ARA San Juan llegó a través de la agencia internacional de control de ensayos nucleares, que tiene una red global de monitoreo de sonidos de alta tecnología y lo puso en conocimiento al embajador argentino en Austria.

Fue esa entidad la que confirmó que en el curso que se supone seguía el submarino ARA San Juan de regreso a Mar del Plata se registró una explosión bajo el agua el miércoles pasado, dando pie a las peores hipótesis que evaluaban un posible hundimiento de la nave. La información recibida en la madrugada fue de inmediato puesta en conocimiento del presidente Macri y el ministro de Defensa, Oscar Aguad.

La información fue dada minutos antes a los familiares de la tripulación, que se concentraban en la Base Naval de Mar del Plata. Al término de la reunión, muchos de ellos salieron en estado de desesperación y quebrados del lugar.

Según explicó Balbi, la hipótesis tomó fuerza porque llegó "desde dos fuentes distintas" casi la misma información. "A las 10.15 llegó este reporte que geolocaliza este evento casi en el mismo lugar del que lo hizo el informe de ayer", detalló.

Indagado por la prensa sobre las conjeturas que manejan sobre la supuesta la explosión, Balbi dijo que "no hay motivos para pensar que la falla en las baterías que había sido reparada provocó el siniestro".

El vocero aclaró que "académicamente, siempre que se habla de una explosión en un submarino en inmersión se habla de implosión".

 Los vientos de hasta 80 km golpeaban este jueves el puerto de Comodoro Rivadavia. 

Las tareas de búsqueda y rescate además volvieron a complicarse este jueves porque azotaba la región vientos de 60 a 80 kilómetros que hasta complicaban las tareas de armado de los equipos en el puerto de Comodoro Rivadavia y más aún en el mar.

La confirmación de Balbi abre además enormes interrogantes hacia el accionar de los comandos de la Armada en este caso, ya que por lo bajo se acumulan las críticas contra el oficial que una vez producido el primer desperfecto le ordenó a submarino que regrese a la base de Mar del Plata en vez de pedirle que emergiera y esperara el rescate.

Fuentes del Ministerio de Defensa confirmaron a LPO que esa hubiera sido la respuesta de los mandos civiles, ya que al no tratarse de una situación de guerra no había motivo para no disponer que emergiera el submarino y así evitar riesgos innecesarios. 

Con el agravante que el ministro de Defensa, Oscar Aguad, se enteró por las redes sociales de que el submarino estaba perdido y no fue informado del incidente previo en tiempo real. La sensación bastante sustentada que los mandos militares ocultaron información clave a la Casa Rosada se agravó ayer cuando Balbi reconoció que tenían información que el miércoles, el día que se perdió el submarino se había producido un "ruido", pero se negó a explicar si se trataba de una explosión y como era posible que se enteraran una semana después.

Como reveló LPO, estas informaciones cruzadas envenenaron el vínculo entre la Casa Rosada y los mandos militares y hasta forzaron una visita del presidente Macri a la sede de la Armada para pedir personalmente explicaciones.