No hubo finta. Esta vez, la señales sí anticiparon lo que finalmente ocurriría. Tal como se esperaba, José Antonio Meade renunció a la Secretaría de Hacienda para buscar la candidatura presidencial. El anuncio lo hizo Enrique Peña Nieto, por si quedaba alguna duda de la decisión que se había comunicado personalmente este fin de semana en Los Pinos.

"Esta mañana he aceptado la renuncia de José Antonio Meade como Secretario de Hacienda. Quiero expresar mi reconocimiento personal e institucional a la destacada labor que Meade llevó a cabo durante esta administración", anunció el Presidente. 

"Le deseo el mayor de los éxitos en el proyecto que ha decidido emprender", dijo Peña Nieto, y confirmó así que Meade se inscribirá en las próximas horas como aspirantes a la candidatura presidencial del PRI, en un proceso que todo el mundo sabe cómo concluirá. 

Peña Nieto elogió sin matices a su funcionario: "Como titular de la Cancillería, contribuyó a posicionar a nuestro país en el mundo. En Sedesol, diseño la estrategia de inclusión que contribuyó a reducir los niveles de pobreza".

El principal herido de la decisión fue el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, que representa una nueva caída del ala política del PRI más tradicional, ante los tecnócratas.

El principal herido de la decisión fue el secretario de Gobierno, Miguel Angel Osorio Chong, ex gobernador de Hidalgo e integrante del ala política del PRI, que vuelve a ceder posiciones ante los "tecnócratas" que empezaron a tomar el poder con el ex presidente Miguel de la Madrid y se consolidaron con Carlos Salinas de Gortari, en un linaje neoliberal que con Meade, le dio otra vuelta de tuerca a esa trayectoria.

La elección de Meade como candidato presidencial del PRI, consolida al canciller Videgaray como el hombre fuerte y estratega del sexenio de Peña Nieto, pese a la desprolijidad que generó en el último tramo del delicado proceso, anticipando el destape del destape.

Para designar a Meade fue incluso necesario cambiar los estatutos del PRI que exigían años de militancia previa, ya que en rigor este funcionario ocupó el mismo cargo en el gobierno del panista, Felipe Calderón.

Como anticipó La Política Online, en Hacienda lo reemplaza José Antonio González Anaya que deja Pemex. Luis Videgaray quería que el directivo de la petrolera siguiera en el cargo hasta fin del sexenio pero en este punto fue más fuerte la determinación de EPN que prefirió entregar el manejo económico a quien tal vez sea uno de sus funcionarios predilectos.  

Acaso haya sido el castigo por la desconcertante torpeza del usualmente cuidadoso Videgaray, que días atrás le arrebató a Peña Nieto la sorpresa del destape al señalar en un encuentro con diplomáticos a Meade como el mejor sucesor, complicándole al Presidente una decisión que venía manejando con extremo equilibrio y que lo obligó a reclamar públicamente que no se "apresuren" a sacar lecturas, que ahora se sabe fueron correctas.

Cuartoscuro

En las épocas de reinado absoluto del PRI este tipo de dedazos significaba que se estaba designando al próximo presidente. En el México actual y con el partido tricolor con bajos índices de aprobación, ese destino no esta para nada garantizado.

Meade era por lejos el político más experimentado del actual gabinete, ocupando sucesivamente posiciones claves como canciller, secretario de Desarrollo Social y ahora de Hacienda. Mencionado incluso para presidir el Banco Central de México (Banxico) que en días dejará el respetado Agustín Carstens.

González Anaya, por su parte, tiene buena llegada a los gobernadores, es conocido en el exterior y le asegura a Peña Nieto un manejo estable de la economía en lo que queda de su administración. El nuevo secretario no buscará cargos electorales. El mandatario lo cubrió de elogios igual que a Meade en un acto en el Salón Adolfo López Mateos de Los Pinos.

En primera fila del anuncio estaban la esposa de Meade Juana Cuevas, su padre Dionisio Meade y sus hermanos Juan Pedro y Pablo. Muy cerca también estaba Mikel Arriola, director del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Meade ya es candidato y ahora comienza una nueva fase en el Gobierno. Esta tarde misma habrá un encuentro en Los Pinos para comenzar a hablar de la organización electoral. En el transcurso de la semana, posiblemente jueves, se espera una cumbre con gobernadores.

El objetivo es asegurar que la base tricolor no se disperse en rechazo al nuevo candidato y cerrar filas de cara a la campaña que deberá remontar los más de diez puntos que hoy les saca Andrés Manuel López Obrador.