Fue una tarde de alta velocidad en la Secretaría de Gobernación. Miguel Ángel Osorio Chong llamó a casi todos los gobernadores del PRI para pedir el respaldo a José Antonio Meade ya como abanderado presidencial. Les dijo que es crucial asegurar el voto estructural en los sectores bajos y a los que le preguntaron por su destino les dijo que su plan era ser candidato por elección al Senado, no plurinominal.

Una maniobra veloz y muy necesaria porque desde el mediodía el entorno de Luis Videgaray alienta la idea de que urge cambiar de secretario de Gobernación. Aseguran que Osorio no es confiable luego de quedar relegado, que su formación PES está muy cerca de Morena y que el propio AMLO no critica al hidalguense, lo cual genera todo tipo de sospechas.

La pelea entre ambos grupos es total desde que Grupo Reforma comenzó a publicar articulos sobre nexos de Osorio con firmas constructoras. 

Al tanto de esta situación, el jefe de la Segob contraatacó con acciones e inico una rueda de llamados con los gobernadores del tricolor para acaso demostrar que no deben existir dudas sobre su lealtad.

La candidatura en Hidalgo y por elección es entendible: ya sin chances de la presidencial, Osorio va a demostrar que tiene base electoral en su terruño y que puede ser un articulador clave en la Cámara Alta en 2019. La duda que queda en el aire es quién ocupará la Segob después del 30 de abril, cuando el funcionario debería renunciar para contender.