A partir de mañana todo el país contará con precios liberados en gasolinas y diésel, sin embargo, continuará funcionando el estímulo al IEPS en el combustible por disposición de la Secretaría de Hacienda que hoy comanda José Antonio González Anaya.

En el marco de la liberalización total de los precios, la dependencia informó que dejará de publicar los precios máximos de los combustibles como lo venía haciendo de manera diaria desde el 18 de febrero de 2017, sin embargo, aseguró que "continuará amortiguando las variaciones abruptas en los precios de las referencias y el tipo de cambio".

Junto a él, la dependencia también informó que el estímulo en la frontera norte se mantendrá en sus mismos términos. El estímulo a la frontera norte ha permitido homologar parcialmente los precios en esa zona con los de las ciudades vecinas en Estados Unidos.

Esto ya que mantendrá el esquema de estímulos semanales al Impuesto sobre la Producción y Servicios (IEPS) como ha operado en el 2017. Una medida que ha causado controversia pues si bien ha impedido incrementos abruptos en los precios, como se vio en enero, ha significado presiones para los propios gasolineros y para las finanzas públicas del país.

Y es que estos estímulos fiscales le cuestan al erario alrededor de 70,000 millones de pesos, pues son recursos que deja de recaudar por suavizar el precio de las gasolinas. Simplemente al tercer trimestre de este año, los ingresos tributarios solo crecieron 1%.

Pero el Gobierno teme un mayor costo político. Cuando arrancó este proceso en enero en el norte del país, se presentó un incremento del 20% en el costo del combustible, que la dependencia aseguró hubiera sido mayor sin su intervención. Ese ‘gasolinazo' provocó un fuerte enojo de la población, repercutiendo severamente en la imagen del Presidente Enrique Peña Nieto.

Pero no contiene incremento del gas LP

Si bien no se ha vuelto a registrar un elevado incremento en las gasolinas, en el marco de esta liberalización los precios del gas LP han sido los más afectados, pues en un comparativo de diciembre de 2016 a este noviembre, el promedio de incremento ha sido de 34%, pasando de los 13.4 a 18.04 pesos por kilogramo.

De acuerdo con los datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) los incrementos más altos se han dado en regiones como Baja California Sur y se ha visto que los incrementos doblaron los precios de hace un año.

Las estadísticas del regulador del sector muestran incrementos de hasta 53.5% llegando a 21.7 pesos por kilo, como una consecuencia de mayor competencia, además de la falta de logística -tal es el caso de Baja California Sur-. Aunque también se atribuyen factores externos, como el incremento en la demanda en Estados Unidos.

Otras entidades con incrementos importantes son Campeche, Tamaulpas, Michoacán. Por el contrario, los menores incrementos fueron en estados como Guanajuato, en donde existen mejores prácticas; Sinaloa y Oaxaca. En estos últimos casos un alza sería impagable para sus pobladores.