Fue acaso lo más novedoso que dijo el candidato José Antonio Meade en la cumbre con los dirigentes estatales del PRI ayer jueves. El ex secretario de Hacienda realizó una enfática defensa de las Fuerzas Armadas con motivo del avance de la ley de Seguridad Interior en San Lázaro.

Dijo que en materia de seguridad los políticos nunca se deben alejar de los consejos de los militares que son quienes tienen el conocimiento en ese área. Un cálculo milimétrico ya que es conocido a interior del gabinete que Luis Videgaray nunca tuvo el mejor trato con la cúpula militar.

Al mismo tiempo, una primer diferenciación clara contra Andrés Manuel López Obrador que repite que de ser presidente enviará a los soldados a los cuarteles. Meade, en cambio, se pronuncia por mantener el rumbo actual.

Nada es azaroso. Las encuestas de Los Pinos dicen que la seguridad y la economía son las principales preocupaciones de la ciudadanía. Las mismas encuestas dicen que las personas se sientes más seguras protegidas por militares que por corporaciones policiales.

La cumbre de ayer en el CEN tricolor cierra el círculo ya que todos los sectores del PRI han expresado de inmediato su adhesión a la nominación de Meade. No hay por ahora disidencias visibles a la vista. Ivonne Ortega ha guardado un calculado silencio.