La interna en el Gabinete de Los Pinos tuvo lugar con la intensidad propia de las altas esferas de la política: un movimiento potente pero discreto que fue perceptible sólo a los observadores más agudos. 

La aparición de José Antonio Meade junto a distintos presidenciables del PRI, luego de ser ungido por los sectores priistas más importantes como el "elegido", confirmó la operación cicatriz que -de nuevo- llevó a cabo con discreción el ex secretario de Hacienda.

Primero se acercó al favorito en las encuestas: Miguel Ángel Osorio Chong. Con quien Meade Kuribreña comió y desgustó -cerveza en mano- de un carne con saber a pacto de paz. El secretario de gobernación quedaría así comprometido con la campaña presidencial de su ex contrincante al interior del PRI, pese a llevar la delante sobre todos los demás.

Más tarde, el precandidato desayunó con Enrique de la Madrid, el flamante secretario de Turismo que se autodestapó como suspirante a la nominación tricolor rumbo a 2018. Incluso frente él, que no resultó con los mejores porcentajes en las encuestas, Meade salió en desventaja. La comida, sin declaraciones, pareció avizorar el recorrido que tendría que pasar el precandidato de Los Pinos para cauterizar heridas y privilegiar la unidad, cuyo valor al interior del PRI es sólo comprable al de la disciplina partidista.

A continuación, siguió el turno de Eruviel Ávila, con quien hoy comió Meade, como si a alguien le hubiera quedado la duda que ya habían limado asperezas tras la reunión de ayer con los 32 dirigentes estatales del PRI que respaldaron su postulación y donde el economista fue arropado en elogios. "Nos queda muy claro que ningún aspirante, precandidato o candidato de los otros partidos le llega a los talones a quien será nuestro representante rumbo a los comicios por la presidencia", declaró Eruviel.

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Esta tarde, el ex gobernador del Estado de México y líder del PRI en la Ciudad de México se limitó a asegurar: " Porque como dice el sabio, después de Peña sigue Kuribreña".

Finalmente, en un acto inesperado que rompió con el silencio de una semana de Ivonne Ortega, ambos políticos aparecieron juntos dentro de las instalaciones del CEN del PRI y ofrecieron una breve conferencia de prensa, donde la ex gobernadora de Yucatán anunció que renunciaba a su aspiración a la precandidatura tricolor y que se sumaría a la campaña de Maede rumbo a 2018. Ella y el millón y medio de simpatizantes que se sumaron al  Movimiento Nacional Recuperemos al PRI.

"Hoy con nuestras convicciones partidistas intactas y juntos a este millón 495 mil 324 priistas he decidido no inscribirme al proceso de selección interna y manifiesto públicamente mí respaldo al doctor José Antonio Meade Kuribreña", declaró Ortega Pacheco.

Y concluyó: "Es una decisión que he tomado basada en mi lealtad y mi amor al partido y, sobre todo, es una decisión que he tomado con el compromiso expresado del doctor José Antonio Meade de respetar los principios priistas y empoderar a los militantes y a los ciudadanos. Sin embargo, y sin lugar a dudas de su formación, experiencia y compromiso, el doctor José Antonio Meade es el mejor para representar a nuestro partido en la elección presidencial de 2018".