Dentro de las propuestas que aprobó el Senado estadounidense como parte de la reforma fiscal presentada por el Gobierno de Donald Trump, uno de los elementos que más está llamando la atención es la reducción del impuesto para repatriar capitales.

Como parte del plan del presidente republicano, la idea es que las multinacionales distribuyan dividendos en Estados Unidos. Así, se propone un impuesto único de 14.5% sobre las ganancias mantenidas en el extranjero, desde el actual de 35%. Incluso los Representantes apuestan porque sea de 14%.

De acuerdo con la consultora Audit Analytics, estas utilidades ascienden a unos 2.8 billones de dólares (millones de millones).

Pero desde el Wall Street Journal, ya alertó que esta medida "podría afectar a los mercados financieros, incluidas monedas, vehículos de ahorro extranjeros y financiamiento en dólares para bancos globales".

"Las grandes sumas de dinero almacenadas en el extranjero por grandes corporaciones estadounidenses, como Apple y Microsoft, son un objetivo tentador para el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) y para las mismas compañías, ya que podrían usar ese dinero para invertir en casa o simplemente para realizar pagos a los accionistas a través de recompras o dividendos", detalló.

Por su parte, la correduría Goldman Sachs resaltó el importante recorte al impuesto para la repatriación de capitales, mientras minimizó el efecto neto que tendría la tasa efectiva del impuesto a las empresas, esta es la que resulta una vez hechas deducciones permitidas sobre las ganancias.

En un análisis sobre el programa de repatriación de capitales, Banco BX+ enlista a Apple, Microsoft, Google, Cisco, Oracle, Johnson & Johnson, Amgen, Gilead Sciences, Ford, Merck, y Pfizer, como las principales ganadoras. También al sector bancario, pues anota que firmas como JP Morgan Chase, Wells Fargo y Bank of America absorberán en sus cuentas los ingresos que vayan a la Unión Americana.

En México también se esperan impactos de esta propuesta en concreto, pues puede provocar que multinacionales que operan en el país lleven a cabo distribuciones de dividendos importantes hacia sus matrices en Estados Unidos, lo que podría impactar planes de inversión futuros de dichas subsidiarias en el territorio mexicano, que se hubieran realizado con una reinversión de utilidades, de acuerdo con un analista de Procopio, Cory, Hargreaves & Savitch.