Ya en el Senado, se acerca cada vez más la posibilidad de que la Ley de Seguridad vea luz verde, luego de largos meses trabada en el Congreso, luego de que los priistas lograran aplastar con su voto el de la oposición, en donde persisten los señalamientos de violaciones a derechos humanos y que significará la militarización del país.

Desde San Lázaro, la ley logró salir con el voto del PRI y sus aliados. El PAN hizo parte de la oposición junto a Morena y el PRD. Pero en la Cámara Alta la historia podría ser otra, pues se perfila porque aquí den su voto a favor.

De acuerdo con el panista y presidente del Senado, Ernesto Cordero, en su bancada hay alrededor de nueve senadores de 12 que estarían perfilando su voto a favor, incluyendo el que él emitirá. "Son los que generalmente votan en línea diferente a la de Ricardo Anaya".

Además, aseguró que un número de gobernadores panistas que antes también fueron senadores, estarían a favor de que se vote de esta manera.

"No tengo duda", dijo el senador panista en entrevista con MVS Noticias cuando se le cuestionó si votaría a favor de esta ley. Justificó que "el país la necesita y le da certeza jurídica".

Cordero también descartó que sea una ley aprobada en ‘fast track', como temen algunos, que han sugerido incluso que este miércoles, tras la entrega de la medalla Belisario Domínguez, sea aprobada.

"Se está discutiendo en comisiones como debe ser, respetando proceso. El que vaya a salir por la puerta de atrás o mágicamente en el Pleno no es posible en términos parlamentarios", aseguró el panista.

No sorprende la declaración si se recuerda el historial de quebranto entre los blanquiazules, donde desde la designación de Cordero se acusó la mano interventora del PRI en esta decisión, solapada por un grupo de senadores panistas que apoyaron esta decisión. El reproche llegó desde la artillería de Anaya en San Lázaro.

Desde entonces, los desencuentros en la bancada se hacen visibles en las decisiones que el partido está tomando en ambas cámaras, siempre de manera opositora. En este caso, los diputados defendieron el voto en contra argumentando incluso que el PRI quería regresar al pasado, "son más calderonistas que Felipe Calderón", acusaron.

Cordero por su parte, al ser tachado como prisita, se defiende y dice que esos señalamientos vienen de "algún despistado". Agrega que "los que nos critican es por ser panistas, nosotros no hemos cambiado, los que han cambiado son otros".