Las fricciones entre la Secretaría de Hacienda y el Banxico han sido muy evidentes en esta administración. Las nuevas direcciones en ambos lugares no marcan la diferencia. A José Antonio González Anaya le preocupa lograr un mejor crecimiento del PIB y a Alejandro Díaz de León bajar la inflación. La decisión ya estaba pronosticada por el mercado: ganó el alza en tasas en 25 puntos porcentuales.

José Antonio González Anaya, secretario de Hacienda, venía exponiendo en varios espacios que ya era suficiente con el alza de tasas que había hecho Banxico, sin embargo, este jueves la junta de Gobierno del Banxico decidió un ajuste más alto, con lo que la tasa de interés cerrará el año en 7.25%.

Era predecible para los mercados por el contexto actual. La decisión que tomó ayer la Fed (Reserva Federal estadounidense) de incrementar sus tasas en un cuarto de punto terminó de disipar a los que dudaban que esto pudiera suceder.

Pero acaso el elemento crucial era la inflación, que actualmente se encuentra por el doble del objetivo que es de 3%. Economistas consultados por este medio consideraron que la medida era necesaria en ese sentido, considerando impactos menores en la economía, sobre el impacto que la volatilidad podría tener en los precios frente a sucesos como la disolución del TLCAN o la reforma fiscal en Estados Unidos. 

"Dada la simultaneidad y magnitud de los choques que han venido afectando a la inflación, y los altos niveles que esta ha registrado recientemente, el principal reto que enfrenta la Junta de Gobierno en el entorno descrito es el de mantener ancladas las expectativas de inflación de mediano y largo plazo y reforzar la tendencia descendente de la inflación general hacia su meta", señaló el banco central en su comunicado.

La preocupación de seguir incrementando las tasas es hasta qué punto lo resentirá el Producto Interno Bruto (PIB). Lo cierto es que la presión en el banco central por no lograr bajar la inflación es alta, que incluso uno de los miembros voto por un incremento mayor, de hasta 50 puntos base.

González Anaya no está de acuerdo con la decisión. "No deberíamos ser excesivos con el alza en las tasas de interés, levantamos 400 puntos en dos años, eso es más que suficiente", señaló el titular de Hacienda en un diálogo que sostuvo en Los Pinos. Y no solo eso; para él, lo ideal es que comiencen su descenso en 2018.

La misión de González Anaya no sólo recae en cuidar las metas económicas. También se trata del peso electoral que trae consigo. El candidato del PRI, José Antonio Meade, en su tiempo al frente de esta dependencia prometió un crecimiento de entre 2 y 2.6% y decía con optimismo que la inflación podría llegar a niveles de 4% al cierre de este año, lo cual, quedo muy superado.

Para el nuevo titular de Hacienda, la inflación es también un reto y la promesa ante Los Pinos fue que en 2018 descendería, pero no quiere cumplirlo a costa de políticas monetarias, que se pueden traducir en una reducción de la actividad económica.