A pesar de sus discrepancias sobre cómo lograrlo, tanto José Antonio González Anaya, como Alejandro Díaz de León, aseguran que bajarán la inflación. Pero el mercado ya da señales de dudar que logren regresarla al objetivo del banco central.

Cuando Agustín Carstens dejó su puesto para mudarse al Banco de Pagos Internacionales, en Suiza, reconoció que la inflación tardaría más tiempo en converger en el objetivo del Banxico, que es de 3% (actualmente está en 6.6%), pero aseguró que para 2019 regresaría a esos niveles.

El contexto actual frente a la incertidumbre de lo que ocurrirá con las negociaciones del TLCAN, la reforma fiscal en Estados Unidos y el resultado de las elecciones en 2018 presiona más que nunca este objetivo.

Conscientes de eso, la junta de Gobierno del Banxico, ahora comandada por Díaz de León, decidió incrementar la tasa de interés de nueva cuenta, por lo que ahora se ubica en 7.25%, a pesar de la insistencia de González Anaya de ya no realizar otro movimiento de alzas. Le preocupa que afecte el crecimiento económico; no obstante que él mismo prometió en Los Pinos disminuir la inflación.

En medio de estas presiones y disputas entre Banxico y Hacienda, el mercado está haciendo las evaluaciones del escenario actual y ven pocas chances de que este objetivo se cumpla. Por el contrario, están estimando un mayor impacto en los precios al consumidor.

De acuerdo con la última encuesta que realiza el banco central entre economistas, 2017 cerraría con una inflación de 6.56%, mostrando que crecieron sus preocupaciones este mes, pues en noviembre la expectativa era de 6.49%.

Para 2018 y 2019 también esperan una mayor inflación a la del mes pasado: el próximo año estaría en 3.96% y un año después llegaría a 3.66%.

Lo cierto es que a pesar de esos escenarios, no se ve que esperen fuertes movimientos en el crecimiento económico. Por el contrario, revelan ligeros ajustes al alza.

Para este año, creen que el Producto Interno Bruto (PIB) del país estará en 2.11% y en 2018 será de 2.24%. Para el año siguiente el crecimiento económico sería de 2.35%.