Meses atrás, el secretaria particular de Miguel Ángel Mancera -Luis Serna- declaró que era necesario un cambio de Gabinete para oxigenar al Jefe de Gobierno, quien todavía esperaba competir por la candidatura presidencial. Sus palabras tuvieron que ser rectificadas, porque el propio mandatario capitalino no compartía esa estrategia.

En privado, Mancera explicó que prefería modificaciones puntuales, para no demostrar debilidad en su entorno y no confirmar que las fugas hacia Morena seguían ocurriendo. Pocos meses atrás, había tenido que despedir a Miguel Torruco, su secretario de Turismo, que hoy es postulado para ese mismo cargo en el eventual Gabinete de Andrés Manuel López Obrador.

En las oficinas de los hermanos Serna se pedía la cabeza de al menos tres secretarios. Por supuesto, de Tanya Müller que hizo el ridículo en más de una oportunidad, sobre todo en sus comparecencias ante la Asamblea Legislativa. El segundo apuntado era Rodolfo Fernando Ríos Garza, el procurador capitalino. Ni hace falta explicar los motivos, dado el crecimiento de los índices delictivos.

El tercer jugador que ya venía mostrando roces muy ásperos con el círculo más íntimo de Mancera es nada menos que Édgar Amador, el secretario de Finanzas. En este caso, no se trata por su función específica sino por sus lazos siempre evidentes con el entorno económico de AMLO.

Amador es muy cercano a la tribu de economistas de "Los Históricos" que encabeza Carlos Urzúa. Se trata de los grandes ganadores de la puja con "Los Regios" de Alfonso Romo, que quizás haya sido el gran desplazado del eventual Gabinete moreno. 

Cuartoscuro

Carlos Urzúa -anotado para Hacienda, Arturo Herrero, Gerardo Esquivel -esposo de Graciela Márquez Colín, promovida para la Secretaría de Economía- forman parte del mismo grupo político-técnico que Édgar Amador. Por ese motivo, Serna pedía su cabeza.

El problema es que ahora, a menos de un año del cambio de mandato, en el entorno del Jefe de Gobierno creen que Amador ya participa de modo oculto en la conformación del plan económico para Claudia Sheinbaum. ¿Pedirá Mancera, finalmente, la renuncia de su secretario de Finanzas?