En 2015, el Gobierno mexicano puso a disposición de las empresas del sector energético la Fibra E, un instrumento financiero para inversionistas que buscaran participar en esta industria. La primera que buscará su provecho es CFE, en tanto que en Pemex persisten complicaciones internas.

Este Fideicomiso de Inversión en Energía e Infraestructura (Fibra E) es un instrumento especializado en el sector eléctrico en México, mediante el cual se emiten Certificados Bursátiles Fiduciarios de Inversión en Energía e Infraestructura (CBFEs), a través de la BMV.

La empresa que comanda Jaime Hernández ya presentó ante la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) una solicitud para su creación. El proyecto presentado indica que en un inicio, "invertirá, en un inicio, en ciertos derechos, que de forma indirecta, lo exponen al negocio de transmisión de energía eléctrica, manteniendo la opción de adquirir una participación en subsidiarias o filiales de CFE de otros negocios del sector eléctrico, tales como la generación y distribución de energía eléctrica".

El objetivo principal con los recursos que se obtengan tras la Oferta Pública de CBFEs, será para modernizar y expandir la red nacional de transmisión. El fideicomiso será administrado por CFECapital, una empresa filia.

Pemex también ha mostrado interés en estos instrumentos, sin embargo, como explicó La Politica Online, existen choques entre el sindicato y la administración también en este asunto. Y es que como pudo saber esta redacción, los inversores quieren decidir sobre as operaciones de la empresa al momento que ingresan a la Fibra E, algo que al entonces director de Pemex, José Antonio González Anaya, no disgustaba pero que si chocaba con la visión del gremio petrolero.

Y es que había incertidumbre entre los inversionistas sobre la capacidad operativa de Pemex. "No quieren sólo aportar el dinero, también quieren participar activamente en las decisiones de la empresa y asegurar su rentabilidad", explicaban en las oficinas de Anzures.