A la par que Ildefonso Guajardo intenta postergar lo más que pueda la discusión del TLCAN en el Senado de Estados Unidos, la industrial automotriz asegura hacer su parte por frenar los planes del equipo de Robert lighthizer.

Como reveló La Política Online, entre la industria y la Secretaría de Economía, existía una fuerte tensión, pues mientras el equipo estadounidense avanzaba en su propuesta de incrementar el porcentaje en reglas de origen, la industria mexicana continuaba sin contrapropuesta.

Más tarde, Guajardo, al frente de esta dependencia, argumentó que preferían esperar a entender mejor el proyecto que el equipo de Estados Unidos estaba presentando, "los tecnisísmos".

 Lo que el equipo estadounidense pide en las rondas es que que el 85% de los vehículos tengan autopartes de la zona de Norte América y dentro de ese porcentaje, que un 50% sea exclusivo de Estados Unidos.

Ahora, Eduardo Solís, presidente de la AMIA, reconoce que efectivamente no cuentan con una contrapropuesta: "La única que hay, es la de no moverle a nada por lo bien que nos ha ido". 

Solís aseguró ante la presa que en su viaje a Washington, se acordó con sus contrapartes de Estados Unidos y Canadá que se va a buscar porque no se haga ni una modificación al acuerdo tal y como está ahora. 

"Estamos buscando que la industria en Estados Unidos nos ayude a persuadir a esos que buscan un cambio irreal, de alguien que no conoce a esta industria y lo bien integrada que está". Fue lo único que reveló en cuanto a la última ronda de negociación en este año, en la que participó. 

El presidente de esta asociación automotriz reconoció que la situación de la industria, en tanto que no se llega a un acuerdo concreto con el TLCAN, es compleja: "Se pone en la palestra el desarrollo que le ha dado a los estados y al país, bajo la apuesta del comercio exterior". 

"No lo hemos hecho mal, viene la fase de negociación importante de mantener la postura, eso será fundamental. ¿Para qué le mueves a algo que está marchando bien?". Pero aseguró que este año a la industria automotriz le fue lo suficientemente bien como para hacer frente a los retos el próximo 2018.