Con un tiempo de cocción de apenas un par de meses, un verdadero récord para una ley de tales dimensiones, finalmente hoy el Congreso de Estados Unidos, después de un bache por procesos parlamentarios envió al escritorio de Donald Trump la versión final aprobada por ambas cámaras de la reforma fiscal. Se trata del primer triunfo legislativo significativo en la era Trump, que vivió un año de penosos fracasos en el Congreso por su incapacidad de repeler el sistema de salud pasado en la administración de Barack Obama.

Flanqueado por una veintena de legisladores republicanos, entre ellos Mitch McConnell, líder del Senado, y Paul Ryan, presidente de la Asamblea, el presidente pronunció un triunfal discurso repleto de felicitaciones y reconocimientos para su partido.

"Ha sido una experiencia increíble", dijo Trump. "Nunca se había hecho algo así, rompimos un récord, es el más grande recorte fiscal en la historia de nuestro país y una reforma muy especial", celebró.

De acuerdo con análisis de especialistas, entre ellos la Oficina de Presupuesto del Congreso, se espera que la nueva ley infle el déficit en por lo menos 1.4 trillones de dólares en los siguientes años y que invariablemente ocasione recortes a programas sociales de salud y educación.

La Oficina de Presupuesto del Congreso estimó que el recorte inflará el descomunal déficit de Estados Unidos en por lo menos 1,4 trillones de dólares.

"Hay récords por todos lados, y eso va a seguir", celebró el presidente y agregó "3.2 trillones de dólares en recortes fiscales para las familias. La típica familia de cuatro que gana 72 mil dólares [al año] tendrá un recorte de 2 mil dólares", dijo, aunque de acuerdo con los cálculos de especialistas financieros y fiscales lo que las familias perderán en subsidios y otros beneficios no justificará los recortes.

Trump hizo énfasis en los beneficios para los "grandes granjeros y pequeños empresarios" a quienes "les hemos dado una limpia del impuesto sobre herencia, que es un gran factor para mí". En efecto, se trata de uno de los elementos más controversiales de la ley pues beneficiará principalmente a los herederos de grandes propiedades, como los hijos del presidente, quienes ya no tendrán que pagar un impuesto especial cuando hereden el imperio inmobiliario de su padre.

También recalcó que "regresarán las compañías" a Estados Unidos y que con el nuevo sistema "ya no vamos a perder nuestras compañías". Y mostró una hoja con una comunicación y destacó: "Esto me acaba de llegar, por esta ley AT&T me acaba de anunciar una invesrión de mil millones de dólares en nuestro país". 

Además, destacó que según sus cálculos, serán repatriados a Estados Unidos "por lo menos 4 trillones de dólares que están congelados fuera del país, algunos [en países que] ni siquiera nos quieren, pero va a regresar ese dinero".

Trump reconoció a todo el equipo legislativo republicanos, principalmente a Ryan y McConnell: "Paul, Mitch y yo trabajamos muy duro en equipo y pasamos una experiencia muy divertida. Es muy divertido cuando uno gana", dijo despertando la risa de ambos legisladores con los que ha tenido relaciones tempestuosas.

Agradeció también a otros legisladores, entre ellos a la senadora Lisa Murkowski, una de las que logró detener la eliminación de Obamacare en el Senado durante el verano, pero que está vez se alineó con la línea del partido, a pesar de una controversial sección que elimina de tajo el mandato individual de Obamacare.

El mandato individual es una previsión en la ley de salud que fuerza a todos los ciudadanos de Estados Unidos a contar con seguro de salud, y existe para evitar que las personas se aseguren sólo cuando estén enfermas. Su función es brindar estabilidad a los mercados de seguro, y al eliminarlo los republicanos podrían estar poniendo en riesgo el sistema de salud en su conjunto, algo que Murkowski había rechazado hacer, pero a lo que finalmente accedió.

"Odio decirlo", dijo orgulloso el presidente, "pero repelimos Obamacare, porque acabamos con el mandato individual que era terrible [...] y era la principal fuente de ingresos para Obamacare".

De acuerdo a versiones de la Casa Blanca es posible que Trump firme la ley desde su residencia en Mar-A-Lago, Florida, a donde viajará para pasar las fiestas navideñas.