Donald J. Trump quiere más 30 mil millones de dólares para incrementar la seguridad fronteriza con nuestro país. De esos, 18 mil millones serían destinados para expandir la valla fronteriza que ya existe en nuestra frontera, y de acuerdo con el documento obtenido por el Wall Street Journal, contemplaría la construcción de más de 1,100 kilómetros de barrera entre las dos naciones, aunque aún no queda claro qué tipo de división tienen en mente.

El documento fue elaborado por el Departamento de Seguridad Interior, la dependencia a cargo de temas fronterizos y migratorios, y fue enviado a varios senadores republicanos. Actualmente existen alrededor de mil kilómetros construidos de cerca fronteriza.

Los líderes demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi y Chuck Schumer, negociaron con el mandatario el verano pasado su apoyo a una eventual ley que proteja a los dreamers a cambio de apoyar en el Congreso una resolución de continuidad para el presupuesto y una vaga promesa de incrementar las medidas de seguridad en la frontera. 

Se trata de una ficha de cambio común entre ambos partidos. Tradicionalmente para los republicanos es importante dar la impresión a sus votantes de que están tratando de hacer algo por combatir la entrada de indocumentados al país, de ahí que en sus negociaciones legislativas acostumbren introducir lenguaje como "incrementar la seguridad fronteriza", que les permite presumir a las bases del partido sus esfuerzos contra la migración sin realmente tomar medidas reales para combatirla.

El presidente básicamente ganó la elección montado en su muro fronterizo, y aunque a nivel nacional es un proyecto inmensamente impopular, el mandatario sabe que para sus seguidores más radicales se trata de un tema fundamental

El caso de Trump es más complicado. El presidente básicamente ganó la elección montado en su muro fronterizo, y aunque a nivel nacional es un proyecto inmensamente impopular, el mandatario sabe que para sus seguidores más radicales se trata de un tema fundamental. Por otra parte, es muy poco probable que logre conseguir los alrededor de 25 mil millones de dólares que costaría la construcción de un muro real, sin embargo, expandir y reforzar la división que existe actualmente lo ayuda a responder a sus electores.

El próximo 19 de enero es la fecha límite del presupuesto anual actual. Los demócratas han seguido permitiendo que pasen resoluciones de continuidad para no caer en una suspensión del gobierno federal, sin embargo, es posible que en esta ocasión se pongan más firmes en una de las promesas que han hecho a sus votantes: no pasar un nuevo presupuesto hasta que los republicanos aprueben legislación para proteger a los dreamers, alrededor de 800 mil jóvenes indocumentados que gozaban de la protección del programa DACA creado por Barack Obama y eliminado por Donald Trump hace unos meses.

En repetidas ocasiones Trump ha expresado solidaridad con los jóvenes dreamers. Hace tan sólo unos días tuiteó que serían los republicanos quienes terminarían por salvarlos. Ayer un grupo de senadores republicanos se reunieron con el presidente para discutir el asunto y prevenir una batalla por el presupuesto con los demócratas.

"Creo que en cuanto el presidente nos diga ‘Okay, esto es algo que puedo apoyar' me parece que nos daría, creo, mucho espacio para negociar con los demócratas y decir ‘okay, estos son nuestros parámetros'", dijo el senador por Texas John Cornyn.

De acuerdo con los senadores, las negociaciones por la ley de presupuesto están en pausa hasta que la Casa Blanca anuncie formalmente sus demandas en reforma migratoria para negociar con los demócratas.