La senadora demócrata por California Diane Feinstein, miembro del comité judicial del Senado de Estados Unidos, acaba de publicar el testimonio de Glenn R. Simpson, fundador de Fusion GPS, la firma que encargó el infame dossier sobre Donald Trump que reveló los nexos del entonces candidato en Moscú y una alocada noche con prostitutas en una suite presidencial.

Desde hace meses Donald Trump y sus aliados en el Partido Republicano y la prensa han intentado instalar la versión de que la investigación del FBI a la campaña Trump fue resultado del mencionado dossier. Trump argumenta que el documento es una completa falsificación y que, por lo tanto, la investigación del Departamento de Justicia es entonces invalida.

Lamentablemente para el presidente y los republicanos, hace unas semanas se supo que la investigación del FBI a la campaña Trump resultó de la boca floja de uno de sus colaboradores.

Mi entendimiento fue que ellos [el FBI] le creyeron a Chris en este punto -creyeron que Chris podría ser confiable porque ellos tenían otra inteligencia que indicaba las mismas cosas [que Steele había descubierto] y una de esas piezas de inteligencia era una fuente humana dentro de la organización Trump

En 2016 George Papadopoulos -quien el mes pasado se declaró culpable de haber mentido a agentes del FBI sobre sus nexos con los rusos- trabajaba como asesor de la campaña Trump en temas internacionales. En abril el flamante asesor de 29 años fue contactado por un espía ruso que le ofreció información comprometedora contra Hillary Clinton. Poco después, el hoy convicto fue a tomarse unos tragos en un elegante bar de Londres donde, ya bajo los efectos del alcohol, decidió contarle al embajador de Australia que "los rusos tienen suciedad contra Hillary Clinton". Miles de correos, le habría contado al embajador Alexander Downer. Meses más tarde comenzaron a circular los mencionados miles de correos electrónicos de la campaña, y fue entonces que Downer contactó al FBI para informarles que el equipo Trump podría estar detrás del ataque. Así fue que inició la investigación a la campaña del presidente y sus nexos con Vladimir Putin.

Fusion GPS a su vez contrató los servicios de Christopher Steele, un agente retirado de los servicios de inteligencia británicos que fue quien llevó a cabo las indagatorias sobre Trump en Rusia, y es el autor del célebre dossier. En ñas transcripciones que hoy fueron hechas públicas por Feinstein, Simpson aseguró al Comité Judicial del Senado que el FBI tenía razones para creer en la investigación de Steele.

"Mi entendimiento fue que ellos [el FBI] le creyeron a Chris en este punto -creyeron que Chris podría ser confiable porque ellos tenían otra inteligencia que indicaba las mismas cosas [que Steele había descubierto] y una de esas piezas de inteligencia era una fuente humana dentro de la organización Trump".

O lo que es lo mismo: el FBI tenía un informante dentro de la campaña de Trump.

Dianne Feinstein, senadora demócrata por California.

El testimonio que hoy fue difundido por Feinstein ocurrió en agosto pasado, cuando el dueño de Fusion GPS acudió a testificar ante el comité que lleva a cabo una investigación paralela sobre el Russiagate. Ante los recientes ataques de los republicanos, Simpson publicó una editorial la semana pasada exigiendo al Senado que hiciera publico su testimonio.

Simpson aseguró haber explicado el asunto del dossier y su origen ante "tres comités del Congreso que escucharon más de 21 horas de testimonio de nuestra firma"

"El presidente nos ha atacado en repetidas ocasiones en Twitter", dijo Simpson en el texto. "Sus aliados en el Congreso han escarbado entre nuestros archivos bancarios y han buscado manchar a nuestra firma para castigarnos por señala sus nexos con Rusia", dijo.

Simpson aseguró haber explicado el asunto del dossier y su origen ante "tres comités del Congreso que escucharon más de 21 horas de testimonio de nuestra firma". De acuerdo con fundador de Fusion GPS, la investigación original para develar los nexos de Trump en Rusia fue ordenada originalmente por el Washington Free Beacon un diario conservador que apoyaba a uno de los candidatos republicanos a la presidencia. Cuando quedó claro que Trump ganaría la elección interna dejaron de financiar la investigación y las cuentas las siguieron pagando desde la campaña de Clinton. Este tipo de investigaciones privadas son normales durante una elección. En el medio se les conoces como "opposition research", o simplemente "oppo".

El mes pasado legisladores demócratas encendieron las alarmas por lo que vieron como un esfuerzo de sus colegas republicanos por enterrar las investigaciones del caso Rusia. La movida de Feinstein hoy podría interpretarse como una respuesta a dichos esfuerzos por proteger al presidente

"Los republicanos se han negado a publicar las transcripciones completas de los testimonios de nuestra firma", protestó Simpson en su columna del New York Times. "Los comités de inteligencia sabes desde hace meses que los alegatos creíbles sobre colusión entre la campaña Trump y Rusia estaban entrando por todos lados".

El mes pasado legisladores demócratas encendieron las alarmas por lo que vieron como un esfuerzo de sus colegas republicanos por enterrar las investigaciones del caso Rusia. La movida de Feinstein hoy podría interpretarse como una respuesta a dichos esfuerzos por proteger al presidente. Las tensiones entre Feinstein y Chuck Grassley, el senador republicano que preside el comité, crecieron cuando éste empezó a pedir archivos e información al FBI sin consultar a su colega demócrata.

Lentamente Grassley y sus compañeros de partido, ante la presión de Trump, han abandonado la investigación y han concentrado su poder para presionar investigaciones sobre Hillary Clinton que hasta el momento no han arrojado ningún resultado.

Hace poco Grassley incluso envió una recomendación oficial al FBI para que investigue a Simpson por supuestamente haber mentido a agentes del buró de investigación. Se trata de la única recomendación que el senador ha emitido relacionada con el caso Rusia. Es decir, no ha dicho nada sobre los ya comprobados nexos entre la campaña Trump y agentes del Kremlin.