Ayer la Casa Blanca informó que Donald Trump no llevaría a cabo la visita que tenia programa la próxima semana en Londres, Inglaterra, donde el mandatario tenía programado inaugurar la nueva embajada de Estados Unidos en aquel país.

Trump argumentó que cancelaba la visita porque "no soy un gran fan de que la administración Obama haya vendido quizá la embajada más fina y mejor ubicada de Londres a cambio de cacahuates", según dijo el presidente en Twitter, criticando también la locación del nuevo edificio. "Mal trato. Querían que cortara el listón-¡NO!".

Sin embargo, para muchos la decisión de Trump fue por temor a las manifestaciones de repudio que miles de londinenses tenían planeadas. Incluso el alcalde de Londres, Sadiq Khan, a quien Trump atacó en Twitter hace unos meses durante un brutal atentado terrorista en la capital inglesa, emitió un comunicado donde dijo que "al parecer el presidente Trump recibió el mensaje de muchos londinenses que admiran a Estados Unidos y a los estadounidenses pero consideran sus políticas y acciones el polo opuesto de los valores de nuestra ciudad".

La razón por la que cancelé mi viaje a Londres es porque no soy un gran fan de que la administración Obama haya vendido quizá la embajada más fina y mejor ubicada de Londres a cambio de cacahuates, sólo para construir una nueva fuera de la zona por 1.2 billones de dólares. Mal trato. Querían que cortara el listón-¡NO!

Khan criticó también lo que llamó el error de la primera ministra Theresa May "de apresurar y extender una invitación a una visita de Estado en primer lugar. Originalmente May tenía planeada una visita con toda la pompa y circunstancia. Saludar a la reina, paseo por Buckingham, y hasta un ride en el carruaje dorado de la monarca. Las explosivas declaraciones de Trump a lo largo del año pasado contra el alcalde y la población musulmana de Londres -a la que Khan pertenece-forzaron al gobierno a reducir los alcances del paseo del presidente norteamericano.

La nueva embajada de Estados Unidos en el Reino Unido

usembassy.gov

La nueva embajada no sólo es más grande, es mejor y tiene la capacidad para enfrentar los complejos retos del sigo 21 y más. Es la embajada más segura, de alta tecnología y amigable con el medio ambiente que Estados Unidos ha construido

Horas después del tuit presidencial atacando el supuesto plan de mudanza de Obama, el embajador de Estados Unidos en el Reino Unido desmintió los ataques de Trump. Robert "Woody" Johnson, actual embajador y dueño del equipo de la NFL Jets de Nueva York, defendió la nueva sede diplomática.

"La nueva embajada no sólo es más grande, es mejor y tiene la capacidad para enfrentar los complejos retos del sigo 21 y más", dijo Johnson. Es la embajada más segura, de alta tecnología y amigable con el medio ambiente que Estados Unidos ha construido".

Por su parte, el ex embajador Louis Susman, quien sirvió como embajador en el Reino Unido durante parte de la administración Obama, aseguró al Washington Post que Trump "está 100% equivocado". Susman explicó que la nueve sede diplomática, localizada en un antiguo distrito industrial hoy poblado con clubes nocturnas, fue elegida por razones de seguridad tras los ataques terroristas con autos bomba en otras sedes diplomáticas alrededor del mundo.

Se trata de la embajada más costosa de la historia, con un precio final de mil millones de dólares y un diseño moderno de la prestigiosa firma de arquitectura KiranTimberlake.

Susman explicó que la vieja sede, ubicada en Grosvenor Square, representaba serios problemas de seguridad. "Habías dos calles aledañas muy estrechas junto a la embajada. Son muy delgadas, y si alguien llegara por ahí con un camión, al estilo del ataque en Oklahoma City, no sólo volaría la mitad de la embajada y mataría a la mitad de la gente en ella, sino que ademas mataría a la mitad de la gente en las residencias aledañas", dijo. "No teníamos opción. Teníamos que movernos".

Por si fuera poco, quien se encargó de la venta del contrato del viejo edificio, contrato que fue firmado para 999 años de alquiler, fue manejada por un funcionario nombrado por la administración de George W. Bush.