El pasado lunes por la noche la dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, compartió una cena en Monterrey con los referentes de la Cámara de la Construcción de Nuevo León. Le pidieron que Andrés Manuel López Obrador enfoque sus programas económicos en potenciar a las empresas nacionales y poner un piso parejo con la inversión extranjera.

Esta cuestión está apareciendo de forma recurrente en los encuentros de Polevnsky con empresarios de diversas geografías. Con mayor o menos grado de queja, la conclusión es que las gestión de Ildefonso Guajardo en Economía como las de Luis Videgaray o José Antonio Meade en Hacienda han construído un marco excepcional para la llegada de firmas extranjeras pero descuidado la inversión nacional.

"No puede ser que yo siendo mexicano tenga más ventajas impositivas para levantar un edificio de oficinas en Houston o Dallas que aquí en Saltillo", expresó sobre el cierre de la cena un magnate del sector.

Justamente la cuestión impositiva es otro tema de encuentro porque los empresarios de rango intermedio y nacionales le han manifestado a la líder de Morena que ellos terminan pagando más impuestos que grandes holdings que tienen sus sociedad afincadas en otros países.

Sobre las reformas, Yeidckol insiste con su tesis: todas siguen su curso en un eventual gobierno de AMLO pero con ajustes y revisiones. "La reforma energética no es mala al 100% pero se deben revisar algunos de los contratos de las rondas porque estos deben ser más favorables para el país", explicó.

La velada viene a cristalizar una percepción del círculo rojo que es que en esta ocasión electoral los grandes capitales ya tienen más incorporada la idea de que AMLO pueda ser presidente.

Una lógica que va de la mano con otra certeza que existe entre los capitanes: que la campaña de Meade se estancó.