Un gran golpe para Pemex y para el Gobierno mexicano en sí, fue la estrepitosa caída de los precios del petróleo, pero los datos de las últimas semanas generan alivio, pues muestra una tendencia de crecimiento en los precios.

Por ejemplo, ayer la mezcla mexicana cerró en 58.60 dólares el barril, 1.03 por ciento menos que el precio anterior, con lo que reportó una corrección después de una semana consecutiva con avances, en la que acumuló un incremento de 3.3 por ciento. No obstante, en un año se ha elevado 29 por ciento.

Este movimiento ha estado influenciado principalmente que por el último reporte de la EIA no sólo informó un retroceso en los inventarios de crudo estadounidense de 4.95 millones de barriles, sino que también mostró una caída en la producción petrolera de 290 mil barriles diarios.

La disminución de la producción de petróleo se debió a las condiciones climatológicas negativas que predominaron en Estados Unidos, causando que pozos petroleros en Texas y Dakota del Norte se congelaran.

Además de eso, también influyen los recortes en la producción de petróleo de los países que pertenecen a la OPEP.

En opinión del analista soberano para México de Moody's, Jaime Reushe, la mejora en el precio de la mezcla mexicana es un gran apoyo para Pemex, que dirige Carlos Treviño, tanto para tener mayores márgenes, como para atraer a más inversionistas en las rondas de licitaciones petroleras.

Además, se benefician las finanzas públicas del país,"brinda una mayor solidez a las finanzas públicas, que ya de por sí eran muy positivas", agregó el analista en una entrevista para el diario El Financiero.