Mañana es el último día para que el Congreso de Estados Unidos apruebe un nuevo presupuesto para 2018, o bien pasen otra resolución de continuidad que extienda el presupuesto actual durante un mes más. En este momento los republicanos podrían conseguir los votos suficientes para pasar la resolución en la Asamblea, pero en el Senado la historia es otra. Muchos demócratas ya anunciaron que no van a apoyar ninguna medida que no contemple protección para los dreamers, quienes a partir de marzo correrán el riesgo de ser deportados.

Los republicanos tienen control absoluto de ambas cámaras, lo que debería permitirles aprobar cualquier presupuesto sin necesidad de tener el apoyo de los demócratas, sin embargo, el Freedom Caucus, la sub bancada libertaria radical del Partido Republicano en la Asamblea, tiene la quijotesca misión de eliminar todos los programas sociales por razones filosóficas, y seguramente votarán en contra de cualquier presupuesto, como lo han hecho desde que llegaron a la Asamblea de Representantes en 2010. Aún si consiguen los votos necesarios la resolución de continuidad probablemente se va a atorar en la cámara alta.

Los demócratas se han negado a dar un posicionamiento público oficial, pero desde hace meses prometieron que no votarían sin antes proteger a los dreamers

Los demócratas se han negado a dar un posicionamiento público oficial, pero desde hace meses prometieron que no votarían sin antes proteger a los dreamers. Hoy Paul Ryan, líder de los republicanos en el Congreso, les lanzó una bola curva. En la nueva propuesta de continuidad presupuestal incluyeron un artículo que daría fondos a CHIP, un programa que cubre el seguro médico de 9 millones de niños desde 1997 y que en septiembre pasado debió ser renovado pero que por la incapacidad de pasar un nuevo presupuesto se quedó sin fondos. La intención de Ryan es clara: si los demócratas rechazan la propuesta de continuidad presupuestal de hoy tendrán que explicar que rechazaron también cinco años de CHIP.

Para sorpresa de pocos, Donald J. Trump lanzó un tuit esta mañana cuestionando la propia estrategia de su partido. "CHIP debería ser parte de una solución a largo plazo, no de una extensión de 30 días!", tuiteó el presidente, virtualmente torpedeando la extensión que Ryan pretendía alcanzar para tener un mes más de negociación.

Minutos después, Trump envió otro tuit tratando de culpar a los demócratas por la crisis presupuestal.

Una suspensión del gobierno será devastadora para nuestro ejército...¡algo que a los demócratas no les importa!

La verdad es que una suspensión por falta de presupuesto aprobado no afectaría en ningún modo al ejército, pues las operaciones esenciales del gobierno -por ley-no son afectadas en estos casos. Es decir, áreas como la seguridad nacional, las agencias de investigación y procuración de justicia, las fuerzas armadas, los sistemas de salud, ninguna de esas agencias e instituciones entrarían en suspensión. Los servicios afectados son, por ejemplo, los empleados no-esenciales en zoológicos del gobierno federal, o los no-esenciales en los parques nacionales. Otras agencias, como la NASA, también entrarían en suspensión, por lo menos las partes no-esenciales de su operación.

Finalmente, horas después del confuso tuit que parecía indicar que el presidente no apoyaría la resolución de continuidad que se vota hoy, la Casa Blanca emitió un parco comunicado informando que Trump sí apoyaba la propuesta.

"La campaña y el gobierno son dos cosas diferentes, y este presidente es muy, muy flexible en términos de que lo que está dentro del campo de lo posible", dijo el general Kelly. Trump no estuvo de acuerdo

"El presidente apoya la resolución de continuidad que introdujo la Asamblea", declaró uno de los voceros de la administración a través de un comunicado. "El Congreso necesita hacer su trabajo y proveer fondos completos para nuestras tropas y nuestro ejército con un trato presupuestal a dos años. Sin embargo, mientras el trato se negocia, el presidente quiere asegurar que nuestro ejército y nuestra seguridad nacional tengan fondos. No va permitir que sean tomados como rehenes por los demócratas".

En repetidas ocasiones Trump ha insistido en que no habrá amnistía para los dreamers si los demócratas no apoyan la construcción de su muro con México.

Hoy el mandatario salió a desmentir a su jefe de gabinete, el general John Kelly, quien ayer aseguró en entrevista que la visión del presidente sobre el muro fronterizo "había evolucionado" desde sus días en la campaña presidencial.

"La campaña y el gobierno son dos cosas diferentes, y este presidente es muy, muy flexible en términos de lo que está dentro del campo de lo posible", dijo el general. Trump no estuvo de acuerdo.