La reforma fiscal firmada el pasado diciembre por el presidente Donald Trump no representa un golpe a las empresas regiomontanas que se encuentran en Estados Unidos, ya que en la mayoría de sus casos, estas tienen una significativa cantidad de ganancias en el la Unión Americana.

Sin embargo, dicha reforma, la cual reduce el impuesto sobre la renta de las compañías que operan en el país vecino de 34 al 21 por ciento, podría generar que empresas como Cemex, Vitro o Arca Continental opten por incentivar que sus ingresos generados en Estados Unidos no lleguen a México.

La nueva ley hace cambios importantes a los impuestos de empresas multinacionales, ofreciendo beneficios fiscales como una tasa impositiva de repatriación de 15.5 por ciento a ganancias en activos líquidos y sólo una tasa de 8 por ciento a ganancias atribuibles a activos no líquidos.

No obstante, señala Jesús Anacarsis López, gerente de análisis económico del Banco BASE, estos beneficios aplican a empresas estadounidenses por utilidades generadas en el exterior.

"Para el caso de empresas como las filiales regiomontanas en Estados Unidos, es clave el impuesto BEAT (Base Erosion Anti-Abuse Tax), que impone un impuesto mínimo a pagos hechos a alguna filial en el exterior, en este caso en México", apuntó.

Dichos pagos representan los de utilidades y gastos administrativos, sin que se incluya el costo de los bienes vendidos. La aplicación de esta nueva ley, señala López, incentivaría a las filiales de empresas mexicanas en Estados Unidos a retener ganancias y reinvertir en ese país, "lo cual pone límites a la planeación de la multinacional pero no necesariamente sería malo para la empresa".

En 2016, el 27 por ciento de las ventas de Cemex fueron en Estados Unidos, superando el ingreso por ventas en México que representó un 21 por ciento del total. Para el caso de Vitro, sólo el 16.5 por ciento de las ventas totales en el mismo año fueron de subsidiarias en el exterior, aunque cuentan con una proporción importante de exportaciones que representaron el 26 por ciento de las ventas. Por su parte, las exportaciones hacia Estados Unidos de Arca Continental han representado una proporción pequeña de sus ventas, siendo apenas el 5 por ciento en 2016.

El BEAT implica un impuesto del 10 por ciento sobre el dinero que dichas empresas se llevan a su país de origen, por lo que optarían a que sus ingresos sean reconvertidos en Estados Unidos.