En sus primeros objetivos al frente del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Agustín Carstens apunta fuerte por regular el mercado de las criptomonedas o bitcoins. Este será el eje principal en su primer plenario en Suiza y como perfilan los mercados, irá respaldado.

Estados Unidos es uno de los países que ha mostrado su preocupación respecto a las criptomonedas, al advertir a los inversionistas de esta nación sobre los riesgos de invertir en las monedas electrónicas. La Comisión de Valores estadounidese alertó a inicios de este año que uno de los riesgos sería "perderlo todo", al no estar salvaguardado por las leyes mercantiles.

Fue enfático que si bien los inversionistas de ese país tienen seguridades y beneficios, estos no se aplican a las criptomonedas. "Está claro que muchos de los Ofertantes Iniciales de Monedas (ICO) y otros participantes del negocio de las criptodivisas no están siguiendo estas leyes", señaló.

Esta comisión, que preside Jay Clayton, pidió "cautela", ya que "si pierdes dinero hay un riesgo sustancial de que nuestros esfuerzos no consigan que recuperes tu inversión".

Siguiendo estos pasos, España también se unió al a preocupación. Su homóloga, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que preside Sebastián Albella, hizo eco a la advertencia estadounidense, considerándola como una "guía útil para inversionistas y profesionales del sector", por lo que la replicó en ese país.

Así, cuando toque el turno de su primer plenario, a finales de este mes, Carstens va con el respaldo internacional ante esta preocupación, como pudo saber La Política Online. Y es que la inquietud del ex banquero central de México, es que estas monedas se transformen en una megaburbuja que derrumbe el sistema financiero internacional.

Carstens es un escéptico sobre el futuro de las criptomonedas y no se deja llevar por el furor que ha despertado el Bitcoin. "No son monedas de curso legal, no están respaldadas por ningún estado, si un jugador fuerte pierde interés se desploma y habrá daños billonarios", suele mencionar el ex gobernador del Banxico.

Para quienes comparten esta apreciación, dos son los riesgos inmediatos que se ven. Por un lado, para el usuario temen que el activo virtual se vuelva líquido y que la institución honre la operación llevada a cabo.

En tanto, para la economía en general el riesgo es que se perdiera la efectividad de la política monetaria y se menciona incluso que ocurra un efecto sistémico por una crisis en el mercado de las tecnologías financieras.

Alejandro Díaz de León, gobernador del Banxico, Presidente Enrique Peña Nieto, José Antonio González Anaya, secretario de Hacienda y Agustín Carstens, gerente general del BPI.

Cuartoscuro

En México, las advertencias han sido similares. A mediados de diciembre, en un comunicado conjunto, el Banxico, Hacienda y la CNBV, también prendieron alertas por el uso de estos activos virtuales en esquemas de inversión, en medio de un fervor por las bitcoins.

Se refirieron a la Oferta Inicial de Monedas o ‘initial coin offerings (ICO), una nueva modalidad para recaudar fondos con el objetivo de financiar proyectos generalmente relacionados con la emisión de un nuevo activo virtual, o bien, para el desarrollo de plataformas digitales para realizar transacciones de diversos tipos.

Las autoridades financieras recordaron que en caso de originarse y emitirse ICOs en el país, podrían violar la Ley del Mercado de Valores y constituir un delito financiero. Además, reiteraron -como ya lo había hecho en 2014-, los riesgos inherentes a la utilización de activos virtuales como medio de cambio, como depósito de valor o como otra forma de inversión.

"Los activos virtuales son mecanismos de almacenamiento e intercambio de información electrónica, sin respaldo de las autoridades financieras o de institución gubernamental alguna. No constituyen una moneda de curso legal en México y no son divisas, ya que ninguna autoridad monetaria extranjera las emite ni respalda su poder liberatorio en la realización de pagos. Por tal motivo, la aceptación de activos virtuales como medio de pago no se puede anticipar con absoluta certeza", explicaron las autoridades financieras.

Además, señala que dada su propia naturaleza, los activos virtuales han mostrado alta volatilidad, pues son objeto de amplia actividad especulativa.