La salida del senador Javier Lozano que partió hacia la campaña de José Antonio Meade fue aprovechada por el entorno de Ricardo Anaya para exigir a otros rebeldes (ligados al calderonismo) como Ricardo Gil Zuarth o Jorge Luis Lavalle que se retiren del PAN. Este grupo respondió por la negativa diciendo que se quedaban a "enderezar al PAN".

Pero lo cierto es que el senador Salvador Vega amagó el pasado lunes con salirse del Partido y fue rápidamente detectado por Ernesto Cordero, jefe de la Mesa Directiva quien debió hablarle para que se quedara dentro del albiazul. 

Vega es michoacano, integró el gobierno de Felipe Calderón y supo ser un hombre de referencia para Rafael Moreno Valle en la Cámara Alta. De hecho, ayer martes en el Senado aseguraban que Vega quiso dejar el Partido por algún tipo de directiva que recibió del poblano que ahora está más alineado con Ricardo Anaya desde que negoció la gubernatura de su estado para su esposa.

Cordero, que es muy amigo de Meade, le dijo a Vega que el futuro de su grupo está en un escenario de derrota de Anaya en las presidenciales de verano. Si Anaya cae ellos podrán adueñarse del albiazul. El dato: Cordero no solo se refiere tanto a una eventual  presidencia de  Meade, sino más bien a una de Morena. Cree que en un escenario de polarización Los Pinos puede terminar respaldando a AMLO por encima de Anaya.

Esta noción circula  desde el episodio de Javier Corral. Por esas paradojas del destino, AMLO se está mostrando más sistémico que que Anaya que amaga con llegar al poder y desatar una persecución judicial.