No pudo descansar, ni leer, ni dormir las siestas como pretendía. Ricardo Monreal vuelve a estar bajo los reflectores en una nueva acusación por presuntas irregularidades, ahora en un negocio familiar en la Ciudad de México. Se trata del hotel boutique Casa Prim en la colonia Juárez, que pertenecería a la esposa e hijos del ex delegado de la Cuauhtémoc.

Según la investigación de Televisa, el hijo de Ricardo Monreal compró esta propiedad dos meses después que su padre asumió como delegado por 8.2 millones de pesos en sociedad con una inmobiliaria, cuando en rigor estaba publicada por 16 millones.

El informe presentado por Denise Maerker afirma que un año después y luego de varias operaciones, el inmueble quedó en manos de Rodolfo González, colaborador cercano de Monreal y actual encargado del despacho de la delegación Cuauhtémoc. Los hijos de Monreal arrendarían esa propiedad -según confirmó más tarde el propio Monreal- para operar el lujoso hotel.

Más allá de las operaciones inmobiliarias, en concreto en el informe periodístico se lo acusa de operar un hotel en una zona que no permitiría ese giro comercial, pues está prohibido por la Ley de Desarrollo Urbano de la Ciudad de México.

Enfurecido con la nota, Monreal se expresó a través de sus redes sociales. "Sin límite, la perversidad, manipulación y mentiras de Televisa. Son falsas sus afirmaciones: ni mi familia ni yo tenemos propiedad alguna en General Prim. Mi hija y su esposo son arrendatarios. Citaré a conferencia de prensa, y desde ahora solicito réplica a la televisora", escribió en Twitter.

Y amenazó: "Le exijo a Bernardo Gómez y a Alfonso de Angoitia -flamantes directores de Televisa, tras la salida de Emilio Azcárraga- que demuestren con escrituras públicas si mi familia o yo somos propietarios de General Prim 72, de lo contrario, emprenderé demanda por daño moral".

Según pudo saber LPO, en privado Monreal acusa directamente a Claudio X. González por este destape periodístico. "Ya es una cuestión personal", aseguran. Se trata de una guerra política que comenzó con otra investigación de Méxicanos Unidos Contra la Corrupción, cuando denunciaron que Monreal estaba otorgando contratos de obra pública a los amigos de su hija.

En ese momento, Monreal respondió con denuncias hacia Claudio X. González, acusándolo de lavar dinero con sus ONG. Fue un tema que abordó incluso en un libro. También apuntaron al vínculo de uno de los empleados del empresario con la hermana de Martí Batres. "Esto es una venganza", afirman.

El empresario Claudio X. González.

Cuartoscuro

Lo cierto es que el sector duro de Morena ya se relame con esta revelación. "Imagina esta cosas si era candidato en la Ciudad", repiten los militantes más cercanos a la "nomenklatura", como quiso definir Monreal en su peor crisis con AMLO.