Para el año que acaba de terminar, el crecimiento económico no alcanzó el mayor avance esperado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que hoy comanda José Antonio González Anaya, pero sí estuvo en el rango proyectado. A pesar de los recortes al gasto y una menor inversión privada, el consumo no decayó y las manufacturas fueron el gran motor este 2017, logrando impulsar la economía arriba del 2%.

Este martes, el INEGI publicó su estimación de crecimiento para el 2017, apuntando por un avance de 2.3% con cifras desestacionalizadas, dentro del rango proyectado por Hacienda que proyectó un crecimiento entre 2 y 2.6%.

En el comparativo trimestral, la economía continúa estancada, pero con un avance mayor que el que se había visto en años anteriores. Así, durante los meses de octubre a diciembre, el Producto Interno Bruto (PIB), tuvo un crecimiento de 1%.

Hay que recordar las cifras anteriores: durante el primero y segundo trimestre, el avance fue apenas de 6%, mientras que en el tercero fue de 0.2% en contraste con los trimestres anteriores.

En opinión con el economista y consultor, Jonathan Heath, esto se debe a un rebote por la recuperación de los sismos, que afectaron al trimestre anterior.

En el comparativo trimestral, año contra año, el mayor impulso vino del campo. Las actividades primarias avanzaron 4.0%. En tanto, las actividades terciarias o de servicios, que durante todo el año representaron uno de los mayores impulsos, redujo su crecimiento y avanzó 2.6%.

Este menor crecimiento se debió a una inflación mucho más alta durante el año, la cual sobre pasa el objetivo del Banxico que es de 3%, sin embargo, al cierre de 2017 se ubicó en 6.7%, lo que a su vez, provocó que el Banco de México decidiera incrementos en la tasa de interés.

Para Mariana Ramírez, analista de Banco Financiero Ve por Más, estos fueron los motivos de mayor peso para que la tasa de crecimiento del sector servicios se viera más complicada al cierre del año, reflejando un menor poder adquisitivo.

Presidencia

No obstante, Heath señala que si bien no fue tan alto como en trimestres pasados, sí sorprende el crecimiento precisamente en medio de este entorno complejo, generado por la fuerte incertidumbre respecto a los acuerdos comerciales con Estado Unidos.

En su opinión, esto se debió a que durante el 2017 se generaron más empleos, reflejado en la menor tasa de desempleo en los últimos años, la cual se ubicó en 4% al cierre del año anterior.

Por su parte, la industria o actividades secundarias continúan estancadas. En el comparativo anual cayeron 0.7%. Frente a los meses de julio a septiembre, apenas avanzó 0.1%.

Esto, como se ha explicado, se debe a una menor producción petrolera, que tocó sus niveles más bajos ese año y también una industria muy frenada no solo por los precios de los hidrocarburos o los metales, sino también por la falta de inversión.

De acuerdo con los analistas, los golpes más duros para la economía este año fueron la reducción al gasto público, pero también menor inversión privada. Un factor que se preveía por la incertidumbre que provocó la amenaza de la salida del TLCAN por parte de Estados Unidos, así como la expectativa de la reforma fiscal en ese país, entre otros factores.

Cabe recordar que a finales de 2016, el temor por la llegada de Donald Trump a la presidencia y las duras amenazas contra el acuerdo comercial generaron una fuerte volatilidad en el tipo de cambio. Esa incertidumbre en el mercado se esperaba se prolongara y afectara aún más al peso mexicano, a la inflación y por tanto a la economía, por lo que las estimaciones llegaron a proyectar un avance menor al 2%. No obstante, Hacienda mantuvo estimado.

En ese sentido, Heath reconoce que la economía logró un resultado mejor del esperado en medio de una fuerte incertidumbre, una inflación alta y un costo del dinero más alto que en 2016, lo cual se explica, a demás del dinamos del consumo de las familias, por un mayor número de exportaciones.

Los datos del Inegi y el Banxico, arrojaron que las exportaciones mexicanas sumaron en total el año pasado 409 mil 494 millones de dólares, significando un avance de 9.5%, frente al 2016 y lo que representa un monto récord. A su interior, el sector automotriz fue el principal motor, compensando la fuerte caída de las exportaciones petroleras.