Gran parte de los esfuerzos de la administración de Enrique Peña Nieto fue enfocado al tema económico en medio de un entorno que genera bastante incertidumbre, amenazando fuertemente las inversiones. Los resultados para 2017 dan cuenta de eso, con el cumplimiento de las metas fiscales y un crecimiento económico dentro del rango estimado por Hacienda y Crédito Público.

Así, cumpliendo con el objetivo, la dependencia que hoy comanda José Antonio González Anaya logró reducir la deuda. El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) -la medida más amplia de la deuda del país- se logró reducir y se ubicó en 46.2% del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre del 2017, como no había ocurrido en 10 años.

En cuanto al superávit, la dependencia informó que logró este año un superávit primario por 310,151 millones de pesos, lo que significa el 1.4% del PIB. "El primero desde 2008", indicó en su comunicado, agregando que esto se debió a su estrategia de consolidación fiscal.

A inicios de año, la dependencia afirmó que a pesar de la incertidumbre que prevalece en el marcado, principalmente por el devenir del TLCAN, las elecciones y en ese momento, la reforma fiscal estadounidense, sus metas fiscales se cumplirían.

Entonces, la dependencia señaló que 2017 cerraría con un superávit primario equivalente al 1.3 por ciento del PIB, que incluye los recursos del Remanente de Operación de Banco de México (ROBM), mientras que para este 2018 lo que se espera es que los números positivos sean del 0.8 por ciento del PIB.

Estimó que la deuda pública disminuiría de 48.7 por ciento del PIB que reportó en 2016, a 46.7 por ciento en 2017 y que en 2018 presente una reducción adicional en su trayectoria para ubicarse en 46.1 por ciento del PIB.

Lo anterior, por tres componentes: uso del remanente de operación del Banxico, menor gasto público y revertir la tendencia de la deuda pública.

No obstante, en cuanto al gasto público, este superó lo programado en el paquete presupuestal, pues este superó los 5 billones. Este resultado se debió por 96,496 millones de pesos para la adquisición de activos que mejoren la posición financiera del Gobierno federal con los recursos del ROBM y 83 mil 361 millones se aportaron a fondos de estabilización y ahorro, explicó.