Quizás sea la última foto explosiva para la precampaña de Andrés Manuel López Obrador, el candidato que lidera las encuestas y que sin dudas vive un nuevo momentum en su carrera presidencial. El tabasqueño se mostrará en un mismo acto con Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard.

LPO pudo saber en exclusiva que el evento se realizaría, a más tarde, este viernes. El anuncio es inminente, pero se maneja en el más absoluto de los hermetismos: ni siquiera los invitados saben dónde se realizará ni en qué horario. Se busca un efecto sorpresa.

Aun así, este medio pudo saber que Marcelo Ebrard sería embajador del voto -una suerte de coordinador- en la primera circunscripción electoral, que incluye las entidades más esquivas para López Obrador: Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Sonora.

Ricardo Monreal, por su parte, será el líder de la circunscripción dos, que también tiene un puñado de entidades duras para AMLO, como Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí o Tamaulipas. También está en ese grupo Zacatecas, tierra de Monreal.

El anuncio es inminente, pero se maneja en el más absoluto de los hermetismos: ni siquiera los invitados saben dónde se realizará ni en qué horario. Se busca un efecto sorpresa.

En el mismo acto se anunciaría a Bertha Luján por la cuarta circunscripción y a Rabin Salazar por la quinta. Hay dudas sobre el liderazgo de la tercera, que podría ir para Leonel Godoy.

La imagen será de un gran impacto político por varios motivos. En primer lugar, termina de confirmar esta nueva fase de pragmatismo político de AMLO, que lejos del sectarismo opta por la apertura de aliados que faciliten su llegada a Los Pinos.

No hay espacio para peleas: el plan es sumar liderazgos a su barco. Eso explica que todos los "heridos" de peso sean compensados con este rol, antesala de candidaturas pluris. Rabin tuvo que bajarse en Morelos por la alianza con el PES, Bertha Luján abrió paso a María Rojo en Coyoacán.

Cuartoscuro

Pero más allá de la lectura general, los casos de Monreal y Ebrard son una historia con peso propio. El ex delegado de la Cuauhtémoc aceptó -aunque con berrinche- la candidatura de Claudia Sheinbaum. Hubo incluso una negociación de película en una gasolinera retirada en San Luis Potosí.

Aunque anunció su permanencia en Morena, Monreal no quiso sacarse una foto con López Obrador hasta que no le garanticen su futuro político. Hay que recordar que el tabasqueño anunció que su aliado no se iría con el Frente en medio de la presentación del Proyecto Alternativo de Nación, bajo la fría ausencia de Monreal. Ahora habrá fotos y abrazos en público.

El caso de Marcelo Ebrard es similar, aunque con matices. El ex jefe de Gobierno ya había iniciado un acercamiento con Morena hace semanas, pero la persecución que sufría -según su entorno político- de parte de Miguel Ángel Osorio Chong, frenaba su regreso político a México.