César Jiménez asumirá como nuevo CEO de Ternium en el mes de marzo pero ya desde ahora busca implementar cambios en la compañía. Según pudo conocer LPO, el reemplazante de Máximo Vedoya apunta a hacer cambios centrales en el management de la empresa con el objetivo de lograr un cambio central.

Jiménez busca una firma más orientada a la innovación y el desarrollo tecnológico. Entiende que la plana mayor se ha quedado anclada en conceptos anacrónicos: "no puede ser que nuestra competitividad esté atada a que el Gobierno impida el ingreso de acero chino", es la frase que ha repetido en sus últimos encuentros.

Los directivos actuales del que representa el mayor negocio de Ternium en el mundo fueron seleccionados en su mayoría por el entorno de Paolo Rocca que insiste, en casi todas sus apariciones en público, con una visión prebendaria del negocio y un reclamo permanente de que los Estados aseguren su rentabilidad. 

Este es, por ejemplo, el mayor punto de fricción entre el industrial y el presidente argentino Mauricio Macri que ve en Rocca un exponente de una clase empresarial con una visión antigua.

Estas vinculaciones empresa-estado han tenido efectos colaterales como las investigaciones que padece el grupo en Brasil e Italia. En el primero se averigua el supuesto  pago de sobornos para adquirir contratos con la empresa estatal brasileña Petrobras.  La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha reclamado que estas investigaciones sean a fondo.

En Italia los fiscales de Milán investigan a la empresa por sus nexos con firmas off-shore radicadas en otras latitudes.

Jiménez asciende desde la dirección de negocios y pretende imponer un giro en Ternium como ya manifiestan firmas como Femsa, Arca Continental o Cemex. Mayor inversión en tecnología e innovación como vehículo para una mayor rentabilidad.