Tras la la mayor reforma tributaria en la historia de Estados Unidos en los últimos 30 años firmada por Donald Trump, las empresas mexicanas deberán poner especial atención al impuesto a ingresos globales sobre intangibles gravados con una tasa baja (GILTI) e intentar disminuir la tasa, consideró Robert Culbertson, fiscalista del despacho Covington & Burling LLP.

Durante un evento organizado por Caintra en conjunto con ANEFAC Monterrey, fiscales de Washington y Nueva York expusieron el foro "Reforma Fiscal 2018" en donde se abordaron temas como el ISR corporativo y las inversiones en Estados Unidos.

Entre los principales empresarios regiomontano circula la idea de que la primer responsabilidad del próximo gobierno será la de poner en marcha una nueva norma fiscal que baje los impuestos a las empresas para que México no se vuelva un escenario de poco interés para la inversión de EU.

En contrapartida, se debería extender el IVA. Una medida poco simpática pero que se entiende inevitable tras los cambios logrados por la Casa Blanca. 

Culbertson señaló que el GILTI, impuesto del 10 por ciento que surge de las ganancias combinadas de las subsidiarias extranjeras que exceden el rendimiento normal supuesto de los activos comerciales tangibles podría generar un impacto en la economía de las empresas mexicanas.

"Las compañías de México con operación en Estados Unidos deben evaluar la necesidad de reestructurarse por impacto de GILTI, evaluando las pérdidas examinadas".

"¿Es posible disminuir la tasa del impuesto mexicano por debajo del 21 por ciento? Si es posible, en consecuencia ubicar negocios en México continuará ofreciendo ventajas a los accionistas de los Estados Unidos, pese aL GILTI", apuntó. El fiscalista añadió que de no disminuir la tasa de impuesto, con el tiempo las compañías considerarán alternativas de inversión, pues ubicar negocios en México no ofrecería ventajas a los accionistas norteamericanos.