Si bien la profunda reforma fiscal que logró sancionar Donal Trump generó mucha controversia y temor en las autoridades mexicanas, a medida que se fue conociendo la forma definitiva de la nueva normativa, se llegó a la conclusión de que el impacto no sería tan drástico.

"La reforma en su versión final resultó ser menos agresiva de lo que se pensaba originalmente", señaló a LPO Manuel Rico, socio de Impuestos Internacionales de KPMG en México.

Aun así las autoridades mexicanas están contemplando la idea de replicar la medida. "Es una tendencia mundial reducir el impuesto a la renta. En el corto plazo con las elecciones por delante va a ser complicado pero después de que pasen debe plantearse el debate. En el largo plazo México deberá seguir la tendencia", agregó Rico.

Según los analistas consultados existe actualmente un intento por realizar una reforma fiscal integral para mejorar la eficiencia del sistema tributario así como de la recaudación. Se habla de reducir el ISR de un 30% a un 25% y aumentar la base de contribuyentes. De esta forma, más personas pagarían el IVA al aplicarse a más productos pero este no tendría que aumentar demasiado. Es más, se especula con la idea de que, de implementarse con eficiencia, podría incluso bajarse el IVA de un 16% a un 15%.

El principal problema fiscal lo plantea la altísima tasa de informalidad de la economía mexicana, por eso proponen que las Municipalidades cobren impuestos a las actividades en negro.

"Todo el mundo espera una reforma. En los foros de contadores se habla la necesidad de una reforma impositiva que aumente la base de contribuyentes para aumentar la recaudación. Se podría bajar el IVA para el caso de productos masivos (la canasta básica) y así incentivar el consumo. Al mismo tiempo, se incorporaría el IVA a ciertos productos para compensar las bajas mencionadas. Sería un reforma que debería ser hecha de forma precisa para no impactar en el consumo", señaló Sergio Ruiz, abogado experto en impuestos.

Tanto el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas y el Instituto Mexicano de Contadores Públicos coinciden en que debe reducirse el ISR al mismo tiempo que generalizarse el IVA. Ahora bien, para aumentar la base contributiva se debe pensar en medidas para formalizar al sector la economía informal la cual, según estimativos, alcanza a la mitad de la economía mexicana. Esto, sin duda, generará un desafío para las autoridades la cuales en el pasado han destacado lo costoso de incorporar al sector informal a la base de contribuyentes.

"Esta reforma integral es una discusión que está teniendo lugar. Por supuesto, para el tema de la informalidad debe actuarse de manera inteligente. En este sentido, las municipalidades estarían más calificadas para cobrar los impuestos a las actividades informales, más que nada, debido a su cercanía a ellas", agregó Rico.

En los Estados Unidos, se aplica una deducción impositiva cuando una empresa adquiere un activo fijo algo que es México no sucede. Esto, sin duda, constituye un fuerte incentivo para que las compañías privadas inviertan en los Estados Unidos. Por este motivo, es que en México muchas asociaciones de empresas han reclamado la aplicación de una norma similar quitándose los límites a las deducciones de las inversiones inmediatas como materiales y equipos.

"Esta sería una forma mucho más sencilla y práctica de hacer atractivo a México para las inversiones. La reforma fiscal requiere un trato legislativo mientras que medidas como el estímulo mencionado se pueden aplicar por decreto", finalizó Rico.