Febrero fue un mes de buenas noticias para el Gobierno Federal. En el mismo día celebró el éxito de la subasta petrolera y que logró alcanzar sus metas fiscales para 2017, pero en el mercado leen los resultados con mesura a la hora de hacer sus proyecciones para este año, pues las finanzas públicas sufrirán un par de retos para este 2018.

Sucede que José Antonio González Anaya, ahora a cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), no contará con el remanente del Banxico que este año no sólo le permitió alcanzar sus objetivos, sino incluso elevarlos.

Así, el déficit ampliado (Requerimentos Financieros del Sector Público) ahora equivale el 1.1% del PIB. A inicios de año, Hacienda había estimado que fuera de 2.9%. La deuda, en su sentido amplio, disminuyó a 46.2% del PIB, desde el 48.7% que registró un año antes. Para la dependencia que comanda González Anaya, este es el trazo de una tendencia descendente, no obstante, en el mercado esperan incluso un incremento. Ese es el caso de Citibanamex, que proyecta un ligero incremento de hasta 47.3%.

Como explicó Hacienda, el que el Gobierno lograra estos resultados se debe principalmente a que los ingresos extraordinarios del Remanente de Operación de Banxico (ROBM), fueron muy elevados, representando el 1.5% del PIB.

"Sin considerar estos ingresos extraordinarios, el déficit público fue menor al proyectado y al observado el año pasado; no obstante, el balance primario se traduce en un pequeño déficit equivalente al 0.1% del PIB e igual al observado un año antes", señaló el documento de Hacienda.

Este punto es considerado con cuidado por los analistas, pues para este 2018 el Gobierno ya contará con ese apoyo extra.

"Los retos para este año son significativamente mayores, en ausencia de recursos extraordinarios, deben acentuarse los esfuerzos de mayor astringencia fiscal, a la vez que deben fortalecerse los mecanismos de recaudación de ingresos tributarios, que durante este año crecieron por debajo del nivel de actividad económica", indicaron analistas de Citibanamex.

Otro de los retos para el encargado de las finanzas públicas del país tiene que ver con la baja inversión, que ha afectado fuertemente al crecimiento económico a lo largo del año, como se observó en el pronóstico de crecimiento económico del país del Inegi, con un avance del 2.3%.

De acuerdo con los analistas, los golpes más duros para la economía este año fueron la reducción al gasto público, pero también menor inversión pública y privada. Este último, un factor que se preveía por la incertidumbre que provocó la amenaza de la salida del TLCAN por parte de Estados Unidos, así como la expectativa de la reforma fiscal en ese país, entre otros elementos.

"El problema de reducir el gasto en inversión es que se afecta a las personas porque no tendrán mejores escuelas, hospitales e infraestructura como carreteras y puentes", explicó Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP), en un análisis.