"Esto es un acuerdo, no una amistad", resumió con un gélido pragmatismo Rafael Moreno Valle, clásico de los dirigentes políticos que ocupan lugares de poder. Se refería al pacto que acababan de sellar con Ricardo Anaya para que su esposa sea candidata a la gubernatura de Puebla, a cambio por supuesto de su declinación como precandidato presidencial.

Ese acuerdo incluyó otras variables, como la inclusión del propio Moreno Valle en la lista nacional de candidatos plurinominales del PAN al Senado, justo un aspecto que empieza a incomodar al ex gobernador, que duda de la palabra de Anaya.

El sistema de postulación es simple, pero tiene sus trucos: se conforma un listado de 32 candidatos -uno por entidad- que ingresarán según la proporción de votos que haya obtenido el partido a nivel nacional.

El orden de ese listado será clave. Tratándose de una elección reñida, con un AMLO muy potente electoralmente y un PRI con un piso siempre considerable, el cálculo que hacen en el blanquiazul es que ingresarían de esa lista unos 10 senadores. Dicho de otro modo: sólo los que ocupen ese top ten del listado, tendrán chances de conseguirlo.

En este punto, empiezan las especulaciones de todo tipo. Que serán cinco hombre y cinco mujeres, para cumplir con el cupo de género. Que los primeros puestos ya están comprometidos por acuerdos previos, como Josefina Vázquez Mota, y para hombres clave de la operación política del queretano, como Marko Cortés.

Moreno Valle sabe a la perfección que en las entrañas del PAN hay cierto malestar por todas las posiciones que cedió Anaya al PRD y a Movimiento Ciudadano, que dejaron a muchos liderazgos medios y de base sin sus candidaturas y desató una pequeña hemorragia de militantes hacia el PRI y Morena.

Con este escenario, el poblano teme que utilicen su lugar pluri para compensar a otro herido. Por eso, sigue amagando con su capacidad de daño en Puebla. ¿Cómo? Esta vez, a la oficinas del PAN llegaron los datos de que dos partidos allegados al ex gobernador inscribirían postulantes para la alcaldía de la Ciudad de Puebla.

Se trata de Compromiso por Puebla y Pacto Social de Integración, dos partidos satelitales al servicio de Moreno Valle. Esta dupla de institutos políticos selló una coalición parcial con el Frente, y casualmente dejó "libre" la capital de la entidad. Expresaron públicamente que acompañarían a Eduardo Rivera, pero conforme pasan los días crece un tensión subterránea que incomoda al CEN panista.

Hay que recordar que parte del acuerdo entre Anaya y Moreno Valle era la cesión de la Ciudad para el otro precandidato, Lalo Rivera, que además tiene una histórica mala relación con el morenovallismo. "Si lanzan candidatos para impactar sobre Lalo, la relación quedará muy dañada", explicaron a LPO.