A finales de enero, ICA fue la ganadora en la licitación para instalar la distribución eléctrica del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, que se suma a otros contratos que ya habÃa ganado en ese mismo proyecto. Un verdadero respiro para una empresa que intenta reestructura su pesada deuda.
Pero no todas son buenas noticias: la firma es consciente de los retos que representan los resultados electorales de 2018 para este proyecto, por lo que ya activó una batalla desde San Lázaro. Se trata de un profundo lobby para blindar sus contratos.
En la Cámara de Diputados, la empresa de la familia Quintana ha iniciado un fuerte cabildeo para que los legisladores pongan en marcha alguna norma o ley que impida o dificulte cualquier intención de revertir la construcción de este aeropuerto, una obra que se convirtió -o eso se intentó- en emblema para la administración de Peña Nieto.
Las amenazas son de público conocimiento. Andrés Manuel López Obrador ha sido un férreo opositor a la mega obra. En estas precampañas, el candidato a Morena -que se mantiene sin cambios en el primer lugar de las encuestas, hasta por diez puntos de ventaja sobre Ricardo Anaya- ha insistido en que el proyecto debe reubicarse en la base militar de Santa LucÃa.
Acaso menos duro, en dÃas recientes ha asegurado que respetará los contratos del nuevo aeropuerto y el proceso de la obra, aunque volvió a repetir que "ha estado marcada por la corrupción".
A dÃas de terminar las precampañas, la fotografÃa electoral actual le da grandes chances de éxito al candidato de Morena, y la constructora - que ha pasado malas rachas financieras, al punto de la quiebra- tiene mucho en juego en este mega proyecto.
Por eso, la empresa que hoy dirige Guadalupe Phillips, no se fÃa ni de la emisión de bonos verdes que colocó en septiembre de 2017 el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) en los mercados por 4,000 millones de dólares y que, como explicó LPO, ayudarÃan a blindar esta obra que deberÃa estar finalizada en el 2020.
Los proyectos
Son varios los proyectos que tiene esta constructora. A finales de enero, le fue adjudicada a ICA FLOUR, la construcción de la red de distribución eléctrica subterránea de media tensión de 23 kv y subestaciones para el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, con una propuesta económica por 3,656 millones de pesos.
Se trata de una red inteligente de media tensión para alimentar a las diferentes subestaciones eléctricas del NAICM. La red servirá para la implementación del sistema de monitoreo, protección, control y telemando de toda la red a 23 kv para mantenerla operativa y en óptimas condiciones.
El compromiso de la firma es proporcionar al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (administrador de la terminal) la garantÃa de vida útil ofrecida por el fabricante de los equipos bajo las condiciones operativas que el equipamiento tendrá en las instalaciones de la red de media tensión, (la cual no debe ser menor a 30 años), mano de obra y servicios suministrados.
Además, el año anterior también ganó, en un consorcio con Edificadora Cicsa, del multimillonario Carlos Slim, la construcción del edificio terminal del nuevo aeropuerto, con una propuesta económica por 84,828 millones de pesos.
Un año antes y también en consorcio -esta vez con Construcciones y Trituraciones, Constructora el Cajón, Controladora de Operaciones de Infraestructura-, se adjudicó la cimentación de esta mega obra por una cantidad de más de 7,555 millones de pesos.
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