Aunque la inflación al arranque de este año se observa a niveles menores que en 2017, cuando llegó a cerrar hasta en 6.77%, los precios al consumidor siguen creciendo, presionados aún por factores como el gas LP y algunos productos agropecuarios.
Con el factor gasolinazo que arrancó en enero del año pasado, los precios para el consumidor registraron incrementos no vistos en los últimos años, lo que generó a su vez, una base de comparación muy alta. No obstante, este año sigue sin verse una reducción, pues en contraste con diciembre, la inflación creció 0.53% este enero.
En su tasa anualizada, el Ãndice de Precios al Consumidor tuvo un crecimiento de 5.55%. Los impactos más fuertes este mes vinieron por la parte de la inflación No subyacente, que creció 8.44% en el comparativo anual.
En su interior, las frutas y verduras retrocedieron 1.93% frente a diciembre, pero en el comparativo anual el avance fue de hasta 20.65%. Este concepto fue uno de los que más presionó a los precios el año anterior y las autoridades pronosticaban que tendrÃan que bajar para inicios de este año.
Los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno siguen también con crecimientos importantes de 7 y 7.31%, respectivamente en contraste con enero de 2017.
Estas cifras serán cruciales en la decisión que tome hoy la junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) respecto a su polÃtica monetaria. En el mercado, el pronóstico es que anuncien un nuevo incremento en las tasas de interés, toda vez que la inflación sigue presionada -y en los pronósticos ésta será más elevada al cierre del año de lo que esperaban en diciembre- y que la incertidumbre no termina, al no haber una resolución frente al TLCAN.
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