El entorno de José Antonio Meade rechaza de forma tajante que Rubén Moreira ascienda como jefe del PRI y asuma el control de la campaña nacional. Creen que será perjudicial porque instalará la idea de fraude en la campaña con demasiada antelación a la fecha electoral, algo que se desprende del desastre que fue la elección a gobernador en Coahuila el año pasado.
La tesis que por estas horas recorre el cÃrculo rojo es que Enrique Ochoa, muy cuestionado internamente, deja el PRI, asume un cargo en el gabinete, es reemplazado por su segunda Claudia Ruiz Massieu y cuando esta se va de senadora pluri ahà aparece Moreira que es el tercero en el orden jerárquico, como secretario de Acción Electoral.
LPO explicó que Ochoa estuvo a solas con Enrique Peña Nieto la semana pasada y que si bien salió respaldado, recibió varias instrucciones para enderezar la campaña.
Pero los itamitas rechazan este planteo bajo la idea de que el ascenso del ex gobernador va a hacer del fraude electoral un tema de campaña. Además creen que el momento para cambiar de dirigente era diciembre, cuando todavÃa no se habÃan definido las candidaturas a gobernadores, Senado y San Lázaro. Ahora Moreira solo jugarÃa posiciones pluri.
Las acusaciones que tiene el ex gobernador de corrupción en su estado serÃan otro lastre para la campaña porque ese ascenso serÃa señalado insistentemente por las campañas del PAN y de Morena.
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