El pasado 14 de febrero 17 personas fueron asesinadas dentro de la preparatoria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida. A diferencia de la mayoría de los tiroteos en escuelas estadounidenses, el perpetrador, Nikolas Jacob Cruz, un joven de 19 años que creció en una familia adoptiva, fue capturado con vida. La otra diferencia que la tragedia de Parkland tiene con el resto de las masacres estudiantiles fue la reacción de los jóvenes supervivientes.

El debate armamentista que los republicanos se niegan a tener -en parte debido a las millonarias donaciones de la NRA, y en parte por el apoyo de su base a la Segunda Enmienda-ha sido tomado por los jóvenes preparatorianos en memoria de sus compañeros caídos, y desde Twitter y en diferentes noticieros han demandado acciones contundentes de los políticos.

"Dicen que ninguna ley pudo prevenir las cientos de tragedias sin sentido que han ocurrido", exclamó Emma González, joven estudiante desde un podio en Fort Lauderdale, Florida. "Nosotros respondemos: ¡BS! [bullshit]", gritaron al unísono docenas de compañeros, padres y maestros que la acompañaban en la protesta.

Jóvenes sobrevivientes de la tragedia en Parkland, Florida, confrontan a Trump y a los republicanos sobre su falta de soluciones a las masacres estudiantiles

NBC News

Este fin de semana en el programa de la NBC Meet the press, cinco jóvenes de Parkland denunciaron la inacción del gobierno ante las tragedias estudiantiles y llamaron a una movilización nacional para abandonar las aulas el próximo 20 de abril, aniversario número 19 de la matanza en Columbine, además de una marcha en Washington cinco días más tarde.

"Es nuestra oportunidad de hablar con el presidente Trump, el gobernador Rick Scott, y el senador del estado, Marco Rubio [...] y al resto de los miembros del gobierno de los Estados Unidos que reciben fondos de la NRA, para decirles que ahora es el momento de ponerse del lado correcto del problema", dijo González ante las cámaras de la NBC.

"Vamos a mantener este momento", advirtió la adolescente, y explicó que su agrupación y su movimiento buscarían remover del Congreso a todos los legisladores que continuaran apoyando la agenda armamentista de la NRA.

"La atención está en nosotros", dijo Cameron Kasky, otro de los estudiantes invitados al programa. "Vamos a seguir adelante y vamos a liderar al resto de la nación". El estudiante David Hogg insistió: "Este es el momento de discutir [este problema]. Ahora es el momento de ponernos de pie".

Como es costumbre en estas tragedias, los miembros del Partido Republicano, desde el presidente Donald Trump hasta los líderes en el Congreso, Mitch McConnell y Paul Ryan, con rapidez intentaron desviar la atención del debate de control de armas de fuego y alegaron que -como en los otros tiroteos-se trataba de un asunto de problemas mentales.

Donald y Melania Trump posan junto a oficiales en Parkland Florida

twitter.com/realdonaldtrump

Cuando a Ryan le preguntaron si consideraba pertinente que las autoridades tuvieran la capacidad de confiscar las armas de fuego de personas con problemas mentales, el vocero de la Asamblea de Representantes respondió que "este no es el momento para hacer conclusiones". Antes, el asambleísta había declarado que "necesitamos pensar menos en qué lado tomar y en pelear los unos contra los otros políticamente y simplemente unirnos".

Trump fue todavía más enfático. En un tuit poco después de la tragedia el presidente dijo que habían existido "muchas señales" de la inestabilidad mental de Cruz y acusó a los "vecinos y compañeros de clase" de saber que era un tipo problemático. "Deben siempre reportar esas instancias a las autoridades, ¡una y otra vez!", enfatizó Trump, dejando de lado el asunto del acceso a las armas de fuego.

Su tuit y mensaje compasivo inicial, en la línea de "pensamiento y rezos" que caracterizan dichos mensajes, quedaron opacados con el mensaje que Trump publicó la noche del sábado y que despertó indignación en buena parte de la opinión pública.

[Es] muy triste que el FBI se perdió las muchas señales que envió el tirador de la escuela en Florida. Esto no es aceptable. Están pasando demasiado tiempo tratando de probar colusión con Rusia y la campaña Trump - no hay colusión. ¡Regresen a lo básico y hágannos sentir orgullosos a todos!

Las respuestas de los jóvenes sobrevivientes no tardaron en llegar. "17 de mis compañeros están muertos", respondió Aly Sheehy, una joven de Parkland, desde su cuenta de Twitter. "Esos son 17 futuros, 17 niños niños, y 17 amigos que fueron robados. Pero tienes razón, siempre tiene que tratarse de ti. Qué tonta que se me olvidó".

¿Sabes qué es inaceptable? Culpar a todos excepto al tirador y a la falta de control de armas en nuestro país. Incluso culpaste a los estudiantes. Sí lo reportamos, lo intentamos. ¿Pero cómo podíamos saber lo que iba a pasar? Tu falta de empatía prueba la patética persona que eres.

Quizá la presión de los jóvenes ya está surtiendo efecto. Hoy la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, informó que Trump "apoya los esfuerzos para mejorar el sistema de chequeo de antecedentes federales". Se trata de un primer paso, acaso mínimo, de intentar limitar el acceso que las personas con problemas mentales tienen a las armas de fuego.

Quizá la presión de los jóvenes ya está surtiendo efecto. Hoy la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, informó que Trump "apoya los esfuerzos para mejorar el sistema de chequeo de antecedentes federales" para adquirir armas de fuego. Un avance, si acaso minúsculo, en los esfuerzos por limitar el acceso a las armas.

El viernes el presidente visitó el hospital de Parkland donde muchos de los sobrevivientes y víctimas del tiroteo fueron atendidos. Trump fue criticado por posar sonriente junto a la primera dama y algunos empleados del hospital, a pesar de que habían pasado dos días desde la masacre.

Indignó también que, además de tomarse la foto, la puso como portada de su cuenta de Twitter.

"Que gran trabajo han hecho, y lo apreciamos mucho", felicitó el mandatario al departamento del sheriff de la localidad. "Espero que te estén dando el crédito que mereces", le dijo a uno de los oficiales que capturó con vida al tirador de la preparatoria. Un funcionario bromeó que los oficiales debían recibir un aumento. "¡Que les den un aumento!", respondió el presidente, antes de partir rumbo a Mar-A-Lago, su club privado en Florida, donde pasará el resto del fin de semana largo jugando golf.