Cada vez falta menos para la firma del Acuerdo Transpacífico de Cooperación (conocido como TPP11) y una nube de incertidumbre parce cubrir el cielo. Sin lugar a dudas, la partida de los Estados Unidos del tratado en enero del 2017 dejó a México en una posición un tanto incómoda al haber hecho concesiones que solo tenían sentido si su vecino del norte permanecía en el tratado. Ahora México debe asegurarse de negociar las medidas pertinentes con el fin de no firmar el 8 de marzo un tratado que podría llegar a perjudicarlo.

Esta semana el representante de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (CANACINTRA) Arturo Rangel-Bojorges cuestionó la necesidad de que México esté en dicho tratado habiéndose retirado Estados Unidos. Adicionalmente, expresó una profunda preocupación por las concesiones hechas a países como Vietnam, el cual se verá beneficiado con el capítulo de la re manufacturación, el cual México lo aceptó solo porque Estados Unidos lo demandaba.

Igualmente, más allá de la utilidad del tratado (la cual es objeto de un amplio debate) algunos analistas afirman que la ausencia de los Estados Unidos aun no es definitiva. "Es posible que los Estados Unidos vuelvan a formar parte del tratado. Conociendo la retórica populista de Trump puede suceder que efectivamente termine regresando", señaló Luz María de la Mora Sánchez, Directora de LMM consulting y ex Jefa de la Unidad de Relaciones Económicas y Cooperación Internacional en la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Le pregunta de todas formas persiste. ¿Cuál es el problema que podría desencadenarse al incrementar las relaciones comerciales con países como Vietnam? Según los detractores del tratado, la firma del acuerdo en su forma actual llevaría a que, particularmente, Vietnam y Malasia introduzcan sus productos en el mercado Mexicano haciéndolo, nada más y nada menos, que con mercancías que compiten directamente con la producción nacional: calzado, textil, autopartes, industria eléctrica y electrónica.

El riesgo que se vislumbra con respecto a Vietnam afectaría particularmente a la industria del calzado y al sector textil ya que el país asiático es un jugador muy importante en esas industrias siendo el cuarto productor de calzados del mundo

Esto es algo que preocupa notoriamente a los industriales mexicanos ya que Vietnam podría fácilmente importar productos de China e India para luego modificarlos y exportarlos a México sin que se les pueda aplicar un arancel.

El riesgo que se vislumbra con respecto a Vietnam afectaría particularmente a la industria del calzado y al sector textil ya que el país asiático es un jugador muy importante en esas industrias siendo el cuarto productor de calzados del mundo y otorgando a las empresas exportadoras jugosas ventajas para producir en su territorio. De firmarse el tratado, las más de 11 mil empresas mexicanas del sector estarían obligadas a modernizarse y a mejorar sus procesos, de lo contrario podrían verse seriamente afectadas.

No obstante hay quienes disienten con respecto a esta postura. "Creo que los industriales de esos sectores se equivocan. El acuerdo del pacífico puede ser benéfico para el país ya que estaría dándole a México un acceso preferencial a los 11 países socios", señaló De la Mora Sánchez.

"Se debe tener en cuenta que las reglas de origen de este tratado son mucho más flexibles que las del TLCAN. Y en cuanto a Vietnam y Malasia, se debe tener en cuenta que México ya le da a estos países acceso preferencial y aranceles cero a través de los mecanismos y esquemas de exportación temporal a través de los cuales se importan insumos y equipos. Por el contrario, México aún no tiene acceso a estos mercados. En todo caso, con el tratado, la situación se igualaría. De estos programas se puede mencionar los PROSEC, PITEX, regla octava, ALTEX y otros."

También produce nerviosismo entre los empresarios mexicanos la apertura al mercado de lácteos con Nueva Zelandia y Australia implementado originalmente para complacer las exigencias de los Estados Unidos. A este respecto, la experta consultada afirma que "en cuanto a la política con países como Australia y Nueva Zelanda es necesario diversificar nuestras importaciones. Actualmente la mayoría de ellas provienen de los Estados Unidos".

Cuarto Oscuro

¿Cómo pude México lograr una mayor competitividad?

Según los analistas que ven el lado positivo del acuerdo, no se trata de rechazar este tratado por miedo a la competencia sino de mejorar la competitividad de las empresas mexicanas y, para ello, debe aplicarse una política industrial coordinada entre el Estado y el sector privado que aumente la productividad a través de inversiones en investigación y desarrollo.

"La idea es dejar de estar debajo de todos en las cadenas de valor y promover políticas que permitan a las empresas generar valor agregado en vez de rechazar los tratados por miedo a la competencia. El problema es que el único modo de competir que conocemos hasta ahora es a través de la mano de obra barata", destacó De la Mora Sánchez.

Creo que los industriales de esos sectores se equivocan. El acuerdo del pacífico puede ser benéfico para el país ya que estaría dándole a México un acceso preferencial a los 11 países socios

Desde luego, las preocupaciones de los industriales mexicanos no son menores no obstante pueden ser atendidas. Por ello, la solución no es rechazar el tratado sino más bien adaptarse a él y mejorar las condiciones de la competitividad internacional. "Sin duda algunas industrias se adaptarán más que otras, eso sucedió también con el TLCAN. Lo importante es apostar al sector productivo".

Por este motivo, es que, según los especialistas, es muy importante este tratado para México. Precisamente, significa entrar en contacto con una región del mundo que está en apogeo en términos tecnológicos y de innovación e ingresar en la globalización y a las cadenas de valor "¿Qué mejor que tener una posición como esta? Debemos subirnos a la ola. El sector productivo no debe cerrarse sino, por el contrario, volverse más competitivo", finalizó De la Mora Sánchez.

Adicionalmente debe tenerse en cuenta este tratado manda al mundo un mensaje muy importante a nivel diplomático y político: "de que México está comprometido con el libre comercio y respeta la palabra dada, algo que no es reflejado por la política internacional de Trump claramente", agregó Lorena Ruano, investigadora de la División de Estudios Internacionales del Centro de Investigación y Docencia Económicas, en dialogo con LPO.

Igualmente es claro muchos sectores de la economía mexicana no tienen condiciones de competitividad internacional y eso se debe a que no hay inversión productiva. Justamente se había prometido que con el libre comercio se iba a crecer a tasas chinas pero cada vez se crece menos y, finalmente, fueron las empresas transnacionales las únicas que hasta ahora se han beneficiado de este esquema.

"Las empresas nacionales se están dando cuenta de que son las perdedoras del libre comercio y por eso cuestionan el TTP. Sin duda se necesita de una política industrial para competir sin embargo la gran pregunta emerge ¿Cómo se lo va a financiar? Actualmente el aumento de las tasas de interés y la austeridad fiscal no ayudan mucho. Además por parte del sector privado si no hay perspectivas de ganancia las decisiones de inversión se van a seguir postergando", advirtió el economista de la UNAM Arturo Huerta en dialogo con LPO.