No aparece en ninguna de las propuestas técnicas de Andrés Manuel López Obrador pero lo cierto es que en la banca circula la idea de que si el tabasqueño gana la presidencia, habrá una mayor presión impositiva sobre los bancos. La semana pasada así lo dijo el titular del Bancomer Luis Robles en una comida con otros pares de su sector.

Robles se habría referido concretamente a dos nuevos tributos: un impuesto especial y que solo se orientaría a la banca extranjera y un segundo tributo volcado a las transacciones de corte financiero.

Este tipo de mensajes es entendible si se considera que Robles ha publicado editoriales llamando a México a "no caer en el populismo". El ejecutivo además tiene una excelente llegada  Luis Videgaray.

AMLO está invitado a la próxima cumbre de banqueros en Acapulco y su presencia allí será clave para los mercados según los conceptos que utilice.

Bancomer es la filial más rentable del Grupo BBVA. Lo mismo ocurre con Banamex, que es filial del Citigroup y que es el mejor negocio después de EU. En el caso del Santander, México es el segundo mejor negocio de la región detrás de Brasil.

Una de las claves de esta rentabilidad  tiene que ver con los impuestos que se les cobra en México. Por poner un ejemplo, si Bancomer y BBVA España tuvieran las mismas utilidades brutas, en México las utilidades netas, es decir, una vez pagados los impuestos, serían mayores, ya que en España se les cobraría bastante más.