Para el Banco de México (Banxico), los temas que más pueden afectar a la economía mexicana este 2018 son la volatilidad en los mercados financieros, una prolongada discusión del TLCAN (o su fin mismo), así como volatilidad por el proceso electoral, con impacto en los precios al consumidor, que si bien aseguran que para el cierre de año estarán más cercanos a su objetivo, podría ser más elevado de lo pronosticado tres meses atrás.

De acuerdo con el reporte trimestral del banco central, el pronóstico que presentan es que la inflación para el cierre de este año se ubicará en 3.8% y no en 3%, como había considerado en el reporte anterior.

Sin embargo, en conferencia, su gobernador, Alejandro Díaz de León, fue enfático en que para el primer trimestre de 2019, la inflación podrá regresar al objetivo que tiene la institución, aunque días atrás, el subgobernador Javier Guzmán había sugerido que podría prolongarse incluso un poco más.

Este es uno de los cruces que se podrían dar al interior del Banxico. El otro tiene que ver con la política monetaria en donde Díaz de León se muestra con una visión más ortodoxa que la de Carstens.

En su primera conferencia al frente del Banxico, Díaz de León evitó dar alguna señal sobre las decisiones que tomarán en abril, a pesar de las declaraciones de Jerome Powell, presidente de la Fed (el banco central estadounidense, por sus siglas en inglés), que fue interpretado en los mercados como una fuerte alerta de más alzas en las tasas.

Si bien el gobernador reconoció que la cotización del peso se encuentra en un entorno especialmente volátil, aseguró que "dar expectativas sobre el rumbo de las tasas no es adecuado en este momento". Y aunque señaló que no se han presentado efectos de segundo orden en los precios, ante factores de riesgo, "la política monetaria actuará de manera oportuna y firme".