Ahora que Pemex ha adquirido dos bloques en forma individual en la ronda 2.4 ha salido a la búsqueda de un socio para poder explotar los recursos. Los bloques en cuestión son el área 5 y 18 las cuales, por haber sido adquiridas en licitación, le da la ventaja a la empresa estatal de hacerse de un socio de manera directa para explorarlas y explotarlas. Estas asociaciones, conocidas como farmouts, no son las únicas que se planean realizar este año sino que se trata, apenas, de una pequeña muestra.

Estas asociaciones han sido parte de la estrategia de Pemex para lidiar con una muy difícil situación la cual está lejos de ser resuelta. La continua caída de la producción y la ausencia de nuevos descubrimientos se ha combinado de forma trágica con la crisis de la refinerías, la cual ha implicado un aumento de la importación de gasolina con las ya conocidas consecuencias para la cuenta corriente. Los problemas financieros de la empresa desencadenados, en parte, por la situación descrita la han llevado a buscar oxigeno es estas asociaciones con compañías del sector privado, las cuales han servido para reforzar su actual estratagema: concentrarse en la exploración y la producción.

Para el cierre de 2017 se pusieron en marcha dos farmouts, obteniéndose un socio para la exploración en aguas profundas y dos para campos terrestres. Según lo informado por la nueva gestión, este año se planean llevar a cabo 40 farmouts más, lo que abre una puerta llena de interrogantes en lo concerniente la habilidad de la empresa para lidiar con una temática muy compleja: el control y la gestión de la ejecución implicada en los procesos mencionados.

"¿Acaso alguien se habrá preguntado cómo hará Pemex para administrar ese número de compañías? ¿Podrá contar con los recursos necesarios para poder asegurar el control de la gestión en cada una de ellas?", señaló Luis Vielma Lobo, Director General de CBM Ingeniería Exploración y Producción en diálogo con LPO.

A estos interrogantes se les suma los concernientes a la capacidad financiera de la empresa para mantener una posición dominante. Es decir, determinar si será el Estado quien proveerá los recursos financieros para asegurarle a Pemex una participación mayoritaria o si se deberán buscar otros mecanismos de financiamiento como la toma de deuda (de permitírsele hacerlo).

Adicionalmente, se agrega la incertidumbre generada por la cuestionada capacidad de Pemex de ejecutar los procesos en cuestión teniendo en cuenta el contexto institucional. Bien es conocida, por los actores del sector privado, la tristemente célebre burocracia del sector público la cual afecta el desempeño de muchas de las inversiones en el sector de hidrocarburos.

El secretario de Energía, Joaquin Codwell.

Cuartoscuro

Para dar un ejemplo, se puede mencionar la existencia repeticiones de funciones y confusión de roles entre la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) en lo referente, precisamente, a asuntos relacionados con la seguridad en las actividades y la protección del medio ambiente. A su vez, los empresarios consultados han denunciado la existencia de excesivos tiempos para la realización de los análisis pertinentes así como una lentitud considerable en la respuesta de los organismos ante quejas y reclamos de los actores del sector privado.

"Las regulaciones en materia de hidrocarburos, a pesar de estar razonablemente claras en el papel, son interpretadas de maneras muy diferentes por funcionaros de las distintas instituciones", resaltó Vielma Lobo.

Asimismo, se destaca la necesidad de que Pemex esté en constante interacción con la CNH y Secretaría de Energía (Sener) para la realización de las gestiones y controles que estas asociaciones conllevan. Para ello, muy posiblemente, se recurrirá a la asesoría de empresas internacionales con experiencia en este tipo de procesos ya que, al hacerlo, se enviaría una señal positiva que apaciguaría el nerviosismo empresario.

"La CNH es un organismo muy nuevo que no tiene la suficiente experiencia. Por ello debe asesorarse con empresas internacionales. Las empresas del sector privado han manifestado inquietudes y dudas por lo que es vital garantizar la transparencia y la claridad en estos procesos. Si se reciben regalías sobre utilidades hay que establecer de manera clara la forma de calcular los costos así como que se debe garantizar un seguimiento y una inspección eficientes", señaló Gilberto Ortiz, miembro del Consejo Químico y del Comité de Energéticos de Canacintra, en diálogo con LPO.

La Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (Amexhi), la CNH y la ASEA deben reunirse y definir más claramente sus roles con el fin de garantizar una eficaz aplicación de las regulaciones. Este proceso, junto con las auditorias y asesorías externas, son los factores que podrán devolverle a Pemex la confianza que ha perdido debido a la mala administración del pasado y a la corrupción. Sobre todo, teniendo en cuenta que la empresa estatal comenzará gradualmente a recibir cada vez menos asignaciones presupuestarias de la Secretaría de Hacienda lo que hará que deba depender de sus propio financiamiento.

"Pemex debe generar valor en lo que hace resolviendo los vicios de operación como lo son, por ejemplo, la falta de medidas de control del gasto de los directores, las fugas de combustibles y otros. Solo así las personas recuperarán la confianza en Pemex. Actualmente la gente ve con mejores ojos a las empresas privadas. Esto se pudo evidenciar cuando firmas transnacionales entraron a competir con Pemex con sus propias gasolineras. La gente hacía colas para poder abastecerse", agregó Ortiz.