El Gobierno de Brasil seguiría los mismos pasos que México y estaría cerca de quedar exento de los aranceles al acero y el aluminio que Donald Trump pretende imponer en una política de corte proteccionista.

Según fuentes diplomáticas, Wilbur Ross se comprometió a revisar el caso del país sudamericano luego de una reunión con funcionarios del staff económico del presidente Michel Temer.

El martes Brasilia,  mediante una declaración del Ministerio de Industria, Comercio y Servicios, manifestó preocupación por una acción que perjudicaría a los productores y consumidores de los dos países y señaló que consideraría demandar a EU ante la OMC. 

Los funcionarios brasileros explicaron personalmente a  Ross que Brasil debería ser eximido del arancel, pues 80 por ciento de sus ventas de acero a EU (5 millones de toneladas anuales) son insumos semiprocesados para la industria estadunidense, que sería menos competitiva al tener que cubrir ese arancel adicional. 

La situación de Brasil es más compleja porque a diferencia de México no está resguardado por un tratado con EU. 

Temer tiene una política de cercanía con la Casa Blanca de Trump que tiene su lugar común en la oposición al chavismo en Venezuela. El mandatario es partidario de incrementar la presión sobre el país gobernado por Nicolás Maduro.