El discurso que Andrés Manuel López Obrador dio el pasado viernes en Acapulco en la 81 Convención Bancaria, no dejó un buen sabor de boca entre los banqueros que lo escucharon pues volvió a poner entre duda la posibilidad de continuar con las inversiones más importantes que ha hecho el sector privado en este sexenio.

El candidato presidencial por Morena afirmó ante su audiencia que sometería a revisión los contratos derivados de la reforma energética y volvió a insistir que no proseguirá con el proyecto del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México como lo planteó el gobierno de Peña Nieto. Dos premisas claves ante una audiencia que ha tenido alta participación en las inversiones que se han hecho para estos proyectos.

La respuesta visible ya vino por parte del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Su presidente, Juan Pablo Castañón, ofreció una conferencia para hablar sobre el proceso electoral y las exigencias por parte de este sector, pero el discurso, a pesar de no referir ningún nombre, tuvo un claro destinatario, sobre el cual hizo fuertes exigencias.

Una muy clara tiene que ver con el llamado que hizo el político tabasqueño desde la ciudad guerrerense, en la que confió en que el sector empresarial participaría en el proyecto de aeropuerto que el impulsa, es decir, mover las inversiones a la terminal de Santa Lucía.

"Para eso es la política, sin violar el marco legal ni cancelar contratos, y pienso que contaremos con el apoyo de todos", dijo con confianza el ex jefe de Gobierno capitalino. Pero Castañón fue contundente: "No se puede convocar al sector privado a participar en la construcción de un mejor país, al mismo tiempo que se menosprecia la certidumbre y el Estado de derecho como condiciones para promover la inversión".

En ese sentido dijo que es fundamental que exista un compromiso de los candidatos con la certidumbre jurídica y la legalidad que requiere la inversión. "Eso es confianza" y agregó que la inversión privada debe contar con condiciones elementales de estabilidad y de legalidad, "más allá de coyunturas, visiones políticas o cambios de gobierno".

Prosiguió: "La ley es la ley y debe de aplicarse. México debe ser un país en el que los compromisos del Estado se respeten, donde la inversión privada cuente con condiciones elementales de estabilidad y de legalidad, más allá de coyunturas, visiones políticas o cambios de gobierno", por lo que demandó garantías de que se respetarán los contratos otorgados en la reforma energética y en la construcción del nuevo aeropuerto.